Los socorristas descubrieron a primera hora de la mañana de ayer que habían sufrido un robo en su caseta del Orzán. Al parecer, durante la noche, alguien se había colado por un ventanuco, el que da a los aseos de los minusválidos, y se había hecho con trajes de neopreno, aletas y unos talkies por valor de 2.000 euros.
Fuentes cercanas relacionan el robo con el ocio nocturno, y suponen que lo llevaron a cabo algunos jóvenes que estarían de fiesta en la playa.
En todo caso, el hecho de que pudieran colarse por unas ventanas tan pequeñas (tras romper los cristales) apuntan a alguien ágil y delgado. Los socorristas usan los trajes de neopreno en los días fríos, cuando practican simulacros de emergencia.