El Arzobispado de Santiago y el Concello de Arteixo suscribieron ayer un convenio por el que se amplía el acuerdo suscrito en 2015 para la cesión por parte de la iglesia de la rectoral de Santa María de Loureda. Así, Arteixo podrá usar la Casa Rectoral con sus anexos y el terreno sin edificar, a fin de crear “un espacio destinado a usos públicos”.