Durante la mañana de ayer se retiraron las vallas que desde que comenzó el verano impedían el acceso a la playa de Riazor durante la noche. Las barreras se habían instalado en previsión de la Noche de San Juan, para evitar que el público inviadiera el arenal durante las celebraciones, dado que estaba prohibido por la normativa sanitaria.

Además, las vallas eran necesarias para poder desplegar seguridad privada, puesto que en un lugar público sin barreras es ilegal apostar esta clase de vigilancia. Sin embargo, los día pasaron y el Ayuntamiento decidió seguir manteniendo las barreras, en prevención de que durante la noche hubiera más gente que bajara a la playa para celebrar botellones, una actividad que también está prohibida debido a las medidas anticovid.

Sin embargo, la calma de las últimas semanas ha convencido al Ayuntamiento de que ya no son necesarias: las noches de los fines de semana se han mantenido muy tranquilas con ocasionales conatos de botellón, pero no en Riazor, sino en el Orzán. 

Como las vallas suponían una molestia para los bañistas que acuden diariamente al arenal, ayer se mandaron retirar, de manera que ahora el público tiene acceso en todo el perímetro.