Deportivo 5-0 Celta B
El Depor de Borja Jiménez se estrenó ayer en la Primera RFEF a lo grande, barriendo al Celta B, ofreciendo muy buenos minutos de fútbol y con un Juergen que demostró que tiene un guante en su bota izquierda. Dos pases de lujo del colombiano cuando el partido no había cumplido los primeros 20 minutos sirvieron para asestar sendos zarpazos al equipo de Onésimo Sánchez y dejar encarrilada su primera cita de la temporada 2021-22, que acabó con una manita y el público de Riazor en pie.
Siete caras nuevas formaron en el primer once del curso, con el canterano Trilli, que se ganó la titularidad con las buenas sensaciones que ofreció durante la pretemporada, y los fichajes Mackay, Lapeña, Jaime, Quiles, Juergen y William. Sorprendió la ausencia de los centrales Granero y Trigueros o del mediapunta Juan Carlos Menudo, quienes, por lo visto en los partidos de preparación, parecían tener un puesto asegurado en el primer once.
Donde no hubo sorpresas fue en el sistema que empleó Borja Jiménez, quien se decantó por un 4-3-3, con Quiles y William ocupando las bandas en ataque y Miku como referencia ofensiva.
Los herculinos se presentaron a la apertura de la competición con las bajas de los laterales Valín y Diego Aguirre, así como con la ausencia de Uche, Borges y Gandoy, que negocian su salida del club coruñés.
Menos de tres minutos tardó el Depor en probar al portero celeste por medio de un zurdazo de Quiles desde la frontal del área que iba ajustado al larguero, pero Gaizka Campos despejó el esférico a córner con una buena mano.
Fue un aviso de lo que sería el primer acto, con el conjunto coruñés encerrando poco a poco al Celta B en su campo.
La escuadra blanquiazul tenía la pelota, tocaba con pausa y se mostraba como un puñal por bandas, con dos laterales, Trilli y Héctor, que no tenían miedo en incorporarse al ataque, y el desparpajo y la velocidad de Alberto Quiles y William, que destapaban las costuras de un Celta B en plena reconstrucción, que ha protagonizado una pretemporada atípica, con muy pocos partidos, y que a día de hoy está muy verde.
A los 13 minutos del encuentro, un espectacular pase en profundidad de Juergen, que se tragaron los centrales del filial celeste, dejó a Miku solo ante el guardameta, y el venezolano definió con tranquilidad para transformar el 1-0 y hacer explotar de júbilo a las más de 13.000 gargantas de Riazor.
Fue el primer capítulo del recital que tenía preparado el mediocampista colombiano. Si el primer pase fue para quitarse el sombrero, el que se sacaría de la chistera cuatro minutos después puso en pie a la afición blanquiazul. De nuevo, Juergen sirvió un pase envenenado al espacio que, en esta ocasión, encontró la bota de Quiles que, como había hecho antes Miku, no falló ante el cancerbero del conjunto olívico.
Dos fogonazos, dos goles y duelo resuelto en 17 minutos.
El Depor se gustaba ante un Celta incapaz de discutirle la pelota y William, otro ‘jugón’, quería unirse a la fiesta.
En el minuto 29, el extremo izquierdo ganó línea de fondo, retó a Álex Martín, le hizo un roto y le sacó la tarjeta al obligarle a hacerle falta para evitar que el brasileño se internara en el área y armara un estropicio.
A pesar de que Ian Mackay fue prácticamente un espectador en el primer tiempo, tuvo la oportunidad de mostrar su seguridad bajo palos en el minuto 34. El portero coruñés despejó a córner un lanzamiento de falta de Holsgrove raso y ajustado al poste derecho.
La segunda mitad arrancó con los mismos protagonistas sobre el césped y con el Celta B intentando meterle una marcha más al partido para asomarse más al área herculina.
Javi Gómez y Holsgrove lo intentaron en los primeros instantes, pero aun así, el balón era del Depor, que volvía a meter miedo cada vez que se aproximaba al arco celeste.
William buscó sacar petróleo por el carril zurdo, pero fue Quiles quien, en el minuto 51, pudo marcar el tercer tanto. Tras una pared con Miku en la frontal del área, el delantero onubense se sacó una rosca que se marchó a escasos centímetros del palo derecho.
La escuadra de Borja Jiménez seguía cumpliendo con el guion, mordiendo en campo contrario y mostrándose muy segura en defensa, evitando que aparecieran las principales referencias ofensivas del conjunto de Onésimo Sánchez, Alfon y Miguel.
El técnico celeste movió ficha a los doce minutos de la reanudación con tres cambios. El pucelano dio entrada a Lautaro, Cedric y Carbonell y sentó a Javi Gómez, Beitia y Miguel.
Cuatro minutos después, llegó la primera variación en el cuadro deportivista. Borja Jiménez dio descanso a un Juergen que protagonizó el estreno soñado y metió en su lugar a Josep Calavera. Un futbolista con menos movilidad, pero capaz de aportar equilibrio en la zona ancha.
Los cambios no frenaron el potencial ofensivo blanquiazul, que apareció en escena de nuevo en el minuto 62, por medio de Miku. El venezolano remató de cabeza un centro de Héctor Hernández y la pelota se marchó por línea de fondo tras llegar a besar el larguero.
El Celta empezaba a tener la pelota, trataba de asomar la cabeza, quitarse el dominio de encima y meterse en el partido. Y en ese momento, apareció Menudo, que había entrado al campo en el minuto 63 y apenas llevaba siete en el terreno de juego. El mediapunta sevillano dejó claro que, pese a comenzar la temporada desde el banquillo, tiene mucho que decir durante la liga 2021-22, y envió un obús desde el balcón del área que quitó las telarañas de la escuadra derecha. Una maravilla que mató el encuentro e hizo vibrar a Riazor de nuevo, que lucía su mejor entrada desde que comenzó la pandemia por el Covid.
Con el encuentro sentenciado, el Depor jugó a controlar en el tramo final y no asumir riesgos. Borja Jiménez reforzó la retaguardia retrocediendo a Álex Bergantiños, que se incrustó entre los centrales. Así, los blanquiazules finalizaron con un dibujo 5-3-2.
En el minuto 83, el técnico deportivista completó los cambios con la entrada desde el banquillo de Noel, De Vicente y Carlos Doncel, que apenas tardó unos segundos en estrenar su cuenta goleadora al culminar una gran jugada entre Noel y Menudo. 4-0.
Antes del punto final, y tras un paradón de Mackay a tiro de Holsgrove, hubo tiempo para que el juvenil de oro Noel también se estrenara marcando la diana que suponía la manita para el filial del Celta.