Con el comienzo de septiembre, la Policía Local ha comenzado a ejercer más presión sobre los conductores de patinetes, el más popular Vehículo de Movilidad Personal (VMP). Ya hace meses que la DGT publicó el nuevo reglamento y el Cuerpo municipal considera que los usuarios de los patinetes tienen la obligación de estar al corriente. Así que, cada vez más, los agentes municipales les abordan y han llegado a incautar varios vehículos que no cumplen con las especificaciones.
Por el momento no se ha puesto en marcha ninguna campaña de control como tal, pero se está sopesando esa posibilidad. Uno de los principales problemas con los que se encuentran los policías locales es la falta de medios para determinar si un patinete puede circular a más de 25 kilómetros por hora (lo cual significaría que no es un VMP). Como señala el presidente de la asociación coruñesa de VMP, Enrique Fernández, la DGT todavía no ha publicado un manual técnico, así que la única manera de probar que un patinete excede este límite es medirlo con un radar.
La Policía Local tiene otro método: probó en Vío uno de los patinetes incautados. Lo que no se puede hacer, señala Fernández, es levantar la rueda trasera y acelerar, como otro policía municipal realizó con un miembro de la asociación. “Como si va a 200 kilómetros por hora, la prueba en vacío no sirve. No nos consta que se haya llegado a sancionar a nadie”, recuerda Fernández.
En cambio, resulta evidente la infracción cuando el usuario instala un sillín en el patinete, algo prohibido taxativamente por la DGT: un VMP no puede llevar asiento. Es como si llevaras un cartel: ‘Múlteme señor guardia, por favor’”, reconoce Fernández. De hecho, en la comisaría de la Policía Local también hay algún patinete incautado por estar dotado de un sillín, complemento que se ve a menudo en las calles de la ciudad, a veces empleado por gente de cierta edad.
Dejando a un lado el patinete en sí, los policías locales detectan también infracciones en su utilización: es corriente verlos circular por la acera, o en sentido contrario por el carril bici, o incluso llevar dos ocupantes, lo que también está prohibido. El presidente de la Asociación Coruñesa de Usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (Acouvmp) reconoce que se dan estos hechos. “Veo que no se cumple lo más importante, lo que se refiere a la seguridad vial. Eso es mucho más grave que un patinete tenga o no una luz”, aclara.
Desde la asociación aseguran que en los últimos meses no ha dejado de crecer el número de personas que escogen el patinete para realizar sus desplazamientos. En parte, lo achacan a la pandemia, porque un VMP es el medio de transporte privado más barato. “Su uso va a seguir creciendo porque es asequible, no necesita aparcamiento y su consumo eléctrico es muy bajo”, asegura Fernández.
De esta manera, los usuarios que normalmente empleaban el transporte público para sus desplazamientos han encontrado una alternativa, a decir del presidente de la asociación.