“Hemos vacunado a todo el mundo y no hemos preguntado ni su origen, ni su creencia ni lo que votaban”, Pedro Sánchez Dixit.
La tentación es reírse, dejarlo estar diciendo que ha sido una metedura de pata, pero el problema es que a veces el subconsciente nos la juega y nuestras palabras dejan entrever mas de lo que pretendemos decir.
Y no, no es tan solo una metedura de pata sino un escándalo lo dicho por el Presidente, es la evidencia de cómo piensa y sobre todo de cómo está convencido de que ha sido generoso, magnanimo permitiendo que vacunaran a quienes no comulgan con él.
Que desde Podemos hayan salido a su rescate es una evidencia mas de ese pensamiento de tinte totalitario que en ocasiones parecen compartir.
De la frase de marras los sicólogos y siquiatras podrían desmenuzarla hasta dejarla en los huesos, en la evidencia de la brutalidad dicha por el Presidente.
En realidad con esa frase Pedro Sánchez vuelve a dejar claro que no es el Presidente de todos sino solo de los suyos, de los que le votan o le deben algo, el resto son ciudadanos a los que siente como adversarios y por tanto o los combate o los ignora o sobre todo los desprecia.
En las redes sociales se han sucedido los comentarios sobre la desgraciada frase del Presidente, unos se la han tomado a chirigota, otros han vislumbrado el tic totalitario, los de más allá se han indignado.
¿Acaso hay que agradecer a Pedro Sánchez que cuando hemos ido a vacunarnos no nos preguntaran por nuestro origen por nuestras creencias o si le votamos a él o a otros?¿Significa que al no preguntarnos si le votamos ha dado una muestra de benevolencia por permitir que tengamos una posibilidad de vivir y no ser arrasados por el maldito Covid?
¿O es que al Presidente le fastidia que hayan recibido la vacuna los que no le votan? Es notoria la incapacidad de Pedro Sánchez de empatizar con el prójimo pero de ahí a que con gesto suficiente y tono engolado haya venido a decir que su Gobierno, él y su Gobierno, se han mostrado generosos por no negar la vacuna a quienes no son de los suyos, lo que demuestra es no que el Presidente tiene un problema sino que somos los ciudadanos los que tenemos un problema con este Presidente.