Las quejas de los vecinos del Orzán sobre los botellones y las molestias que estos ocasionan a sus horas de sueño nocturno se han vuelto a incrementar en las últimas semanas, sin ir más lejos la última denuncia tuvo lugar este mismo fin de semana. Y los datos extraídos de los medidores de ruido de la zona les dan la razón: desde la relajación de restricciones, el ruido se ha incrementado, en general, siendo la subida más notable a partir de las 00.00 horas.
Uno de los medidores más cercanos a esta zona donde más proliferan las quejas es el situado en la plaza de Josep Sellier Lloup, con datos que se remontan al pasado mes de abril.
Esto deja ver el cambio desde la relajación de restricciones y como el nivel de ruido se va incrementando paulatinamente con el paso de los meses.
Así, en mayo, estableciendo la media de todos los días del mes, el pico de ruido se alcanzaba entre las 20.00 y las 21.00 horas, llegando a alcanzar, de media, los 70 decibelios. A partir de esta hora, se registra un primer descenso, hasta niveles ligeramente por debajo de los 60 decibelios hasta medianoche y, a continuación, un desplome hasta valores comprendidos en poco más de 50 decibelios durante la madrugada.
La media de los datos sonoros recogidos por este medidor en el actual mes de octubre, hasta mediados, muestra un cambio significativo de los hábitos nocturnos de la zona. El pico de ruido se sigue observando en la misma franja horaria, con valores prácticamente iguales a los del mes de mayo. La diferencia se marca a partir de las 21.00 horas.
En lugar de observarse un desplome como el descrito para el mes de mayo, los niveles de ruido se mantienen durante varias horas por encima de los 67 decibelios. Así, a medianoche se registran hasta diez decibelios más que a la mismas horas en el mes de mayo.
A partir de esa hora, las medidas de este sensor bajan, pero no es hasta las 02.00 horas cuando alcanzan las cifras nocturnas del mes de mayo, en torno a los 54 decibelios. Si en mayo, este valor, aproximadamente, se mantenía desde poco más de las 00.00 horas hasta primera hora de la mañana, en octubre la cosa cambia, ya que este índice de ruidos registra varios pequeños picos (entre tres y cuatro decibelios más) hasta las 04.00 horas, manteniendo la citada estabilidad solo desde ese momento y hasta primera hora de la mañana.
Las quejas de los vecinos del entorno del Orzán han ido a más durante las últimas semanas, llegando a denunciar que los participantes de los botellones nocturnos no solo les quitan el sueño, sino que hasta habrían destrozado algún portal.
Para este fin de semana se habían anunciado incrementos policiales, pero el sábado los vecinos volvían a denunciar las concentraciones de este tipo. Aseguraban que los agentes policiales habían hecho acto de presencia, pero que solo había servido para que la concentración denunciada itinerara hasta otra plaza.
Por ese motivo, piden que la Policía multe por la realización de botellones nocturnos, porque apuntan que es la única solución a este conflicto.