El sector del metal volvió a echarse a la calle para exigir un convenio justo del metal, en una marcha que partió desde Perillo, en Oleiros, hasta la sede de la Confederación de Empresarios, recorriendo la avenida de Alfonso Molina. Según la Policía Local, en la protesta participaron 1.400 personas pero, según la organización fueron varios miles. En todo caso, a diferencia de lo que ocurrió la semana pasada, cuando la Policía Nacional detuvo a un hombre por resistencia a la autoridad, todo transcurrió con tranquilidad. Desde las doce del mediodía hasta las dos de la tarde, la protesta estuvo salpicada de llamamientos a un nuevo convenio, así como de bombas de palenque y petardos.

La protesta se celebró sin incidentes a pesar de la carga policial y el arresto de la semana pasada 

Por supuesto, el cierre de Alfonso Molina en dirección entrada por parte de la Policía Local tuvo consecuencias en el tráfico, dado que la avenida de A Pasaxe se saturó con el tráfico que debía desviarse hacia As Xubias, pero no afectó al resto de la ciudad, y se recuperó la normalidad rápidamente cuando la multitud bajó hasta la fuente de Las Pajaritas, según el 092.

Previamente, un fuerte dispositivo policial había vigilado el polígono de A Grela en previsión de problemas con los piquetes informativos, aunque no se El acto había sido convocado por CCOO, UGT y CIG y terminó pasadas las dos. Son más de 16.000 los trabajadores que integran el sector del siderúrgico en esta provincia y con el objetivo de garantizar el poder adquisitivo de los salarios y recoger mejoras laborales y sociales en el convenio.

La huelga y las movilizaciones continuarán en otras ciudades de  la provincia durante la jornada de hoy

Según este último sindicato, la jornada de huelga registró un seguimiento del 80%, aunque la movilización tuvo un carácter provincial, por lo que también participaron trabajadores que se aceraron en autobús desde las áreas de Santiago y Ferrol. “Convenio do metal, solución!”, gritaban los trabajadores.

En total fueron cinco los kilómetros que recorrieron desde Perillo a la sede de la patronal. Frente a su portal se pronunció un discurso en el que se denunciaron los problemas que afectan a los trabajadores, como los recortes de sus derechos y el alto coste de la vida provocado por una inflación galopante, que ya ronda cerca del 10%, mientras que los petardos no dejaban de estallar. “O convenio colectivo e de todos os traballadores do metal. A reivindicación colectiva e a folga son o único camiño para negociar con forza!”, señaló una oradora.

Continúa el conflicto

Eduardo Caamaño, secretario de la CIG-Industria de A Coruña ya adelantaba que, ante la falta de contactos con la patronal, coincidiendo con la cuarta jornada de huelga, además de los piquetes informativos por los polígonos del área se celebrarán asambleas de personas para evaluar la marcha del conflicto y cuál será el camino a seguir en las próximas semanas.

Hoy, por ejemplo, se celebrará una concentración en Navantia, al mediodía, y una manifestación ante la asociación de empresarios de Ferrolterra, mientras que en Santiago habrá piquetes informativos por el polígono do Tambre desde las 08.00 horas con manifestación por el parque empresarial. El objetivo es obligar a la patronal a la retirada de la propuesta presentada en la última reunión y que se siente a negociar porque, según la CIG, “non imos aceptar un convenio que supoña a perda do poder adquisitivo dos salarios, que recorte os dereitos consolidados e precarice máis as condicións laborais”.