El crecimiento exponencial de la población canina en O Ventorrillo ha provocado que el barrio se le quede pequeño a los tutores y sus canes, que no tienen áreas donde correr libremene y sin ataduras, en el sentido más literal de la expresión. Los paseos y tiempos de recreo en el parque infantil de la calle del Alcalde Salorio Suárez quedan totalmente descartados, ya no solamente por reglamentación, sino por la mala experiencia denunciada por los padres de algunos pequeños que, en sus juegos matinales, acabaron empapados en orines y excrementos de los perros en la noche anterior. 

Tanto los tutores de los canes como la asociación vecinal de O Ventorrillo apuntaron a la creación de un área canina como solución, algo para lo que el Ayunamiento, tras conocer los problemas en el parque infantil, dio su visto bueno. Sin embargo, el problema ha surgido a la hora de señalar el emplazamiento ideal, toda vez que las partes elegidas por unos son vistas como muy pequeños o inapropiadas por otros. Fue el resultante de la reunión celebrada el pasado jueves en el local de la asociación vecinal.

El tono fue cordial y a la reunión acudieron tanto los tutores como sus compañeros. Incluso, de cara al posado de prensa, algunos de los asistentes reivindicaron ya la creación de ese área canina. También se hizo mención a la campaña ‘canvivencia’, en referencia al comportamiento de los tutores en forma de cuidados.

Finalmente, y ante la falta de un lugar idóneo para el área canina que satisfaga a las dos partes, la decisión es dejarlo en manos del Ayuntamiento. Es decir, será la concejalía de Medio Ambiente la que establezca dónde, cómo y cuándo llegará el área canina a O Ventorrillo. Curiosamente, la zona de Vioño ha cursado una petición similar recientemente.

Conformidad 
Las sensaciones de la asociación vecinal después de la reunión fueron positivas y en el mismo tono conciliador que permitió la juntanza. “Son un grupo súper afable, con ganas de que todos nos podamos entender”, afirmó el vicepresidente, Aníbal Rodríguez. “Comprenden perfectamente que haya gente que pueda sentirse molesta”, añade el representante vecinal, que apuesta también por dejar a elección del Ayuntamiento el emplazamiento final. 

Por su parte, una de las representantes de los tutores y sus canes habla de una urgencia y necesidad imperiosa para los animales, debido especialmente al crecimiento constante del censo. “En algún sitio habrá que meter los perros para que puedan estar libremente; en cuestión de unos meses hemos pasado de tres o cuatro en la zona a más de quince actualmente”, subraya.