Que A Coruña siempre ‘ghastou pista’ es una realidad que se remonta a los tiempos anteriores al concepto de discoteca o los sintetizadores. Eso no quiere decir que esas pistas hagan notar el desgaste, sino que más bien presumen de una vigencia y capacidad de reinvención dignas de estudio. Marcará esta noche un antes y un después en el ocio nocturno de la ciudad, con la inauguración vía fiesta privada e invitación del local de la calle Costa Rica 4.
Automáticamente en el imaginario de muchos esa dirección hace saltar noches en blanco y negro, en color y en 4K en la discoteca Chaston, cuya historia como tal queda oficialmente aparcada para dar paso a The Clab, un concepto disruptivo en un emplazamiento de toda la vida y que tiene por objeto establecer un nuevo comienzo después de 47 años bajo la misma nomenclatura. “Queremos dejar un poco atrás lo que fue Chaston, sobre todo para que no se asocie a un público demasiado mayor”, indica Iria Gómez, encargada de la remozada discoteca y el nuevo proyecto.
Y es que sobre todo The Clab será eso: una discoteca bajo la demanda y las tendencias de 2024. Poco más desea desvelar la dirección antes de bajarle el telón a una reforma intensa y que pretende hacer de un lugar común de varias generaciones el próximo lugar común de otras tantas. “Hemos hecho bastantes cambios y estaremos enfocados a un público más juvenil, entre 25 y 50 años, son música variada y que irá desde la electrónica suave de los viernes a música actual”, adelanta Gómez. Se trata de una manera llana de describir lo que vía redes sociales anticipa como “un lugar para artistas, talentos y creativos, sede de la músic y club”, todo ello en inglés, y que adelanta como “clubbing” para los viernes y “urban vibes” para los sábados. Además, introducirá un método de pago adelantado vía app, aunque también será posible pasar por taquilla tradicional. “Queremos probar a ver cómo funciona en A Coruña”, confiesa.
La que en su día fue ciudad de las 16 discotecas al mismo tiempo recupera poco a poco algunos de aquellos referentes, como es el caso en la misma zona del club de alterne Don Jorge o próximamente el otrora afterhours Gado Gado. Al igual que sucede con The Clab, la apuesta del primero también fue por la resurrección vía ‘pinchazos’ de música electrónica.
En su octavo año de vida la sala Pelícano vive una actividad más intensa que nunca y, posiblemente, también su momento de mayor repercusión más allá de lo que es la propia noche coruñesa. Ésta ha ido de la mano de la apuesta por carteles cada vez de más empaque para sus fiestas temáticas, especialmente las llamadas Wake Up. “Llevamos tres años cada vez con más contenido, lo que nos sitúa como referente a nivel nacional y europeo en música electrónica”, afirma Luis Diz, gerente del grupo Pelícano, sobre lo que en 2024 parece la fórmula más cercana al éxito. “Ha habido un antes y un después de la llegada de Pelícano a la ciudad, especialmente con la reciente inversión en tecnología. Cada vez nos visita más gente de toda España”, añade.
Recientemente, el grupo hostelero ha incrementado su familia con la apertura de Bash The Club, un espacio de alto standing y que busca privacidad, pero en el que la programación musical oscila entre el indie de la sala Inn, las sesión de Sky Room y las propuestas electrónicas de Pelícano. “Solamente hay que echar un vistazo a lo que dicen medios como The Sun sobre la noche de A Coruña para ver que estamos haciendo las cosas bien”, finaliza Diz, orgulloso de haber sido partícipe de la escalada de la ciudad en el panorama de las grandes sedes de la música electrónica.