Las palabras dóciles de Alberto Chicote no son un rara avis, pero para conseguirlas hay que pasar antes por un doloroso ‘parto’ como los que le han hecho célebre en ‘Pesadilla en la Cocina’. La otra opción es aguantar el tipo ante ‘colegas’ de profesión como en ‘Batalla de restaurates’. Es la filmación de este último proyecto lo que trajo al chef a A Coruña, una parada cada vez más habitual en su agenda y que está muy cerca de considerar un viaje de placer. “No siempre vengo a lo mismo, pero siempre que vengo disfruto un montón”, confesó en declaraciones a El Ideal Gallego.
Conocido por sus cabreos y la acidez de sus críticas (directamente proporcional a la de los platos que en ocasiones le toca probar), Chicote se mostró afable y cariñoso con cuantos curiosos detuvieron su marcha para ver qué se cocía, o se freía, en la calle Capitán Troncoso. Poco o nada pudieron intuir, y mucho menos confesó el televisivo personaje. Apeló a la confidencialidad de la grabación, repartió abrazos, besos y selfies, y se mostró encantado con lo que se encuentra cada vez que le toca trabajar en A Coruña. Eso sí, sin dar nombres. “No hago listas del estilo: el primero, el segundo, el tercero o el cuarto, pero me gusta mucho todo lo de A Coruña. Hay una riqueza enorme, porque tenéis de todo y de todo bueno. Por lo tanto, lo disfruto todo”, subrayó.
Chicote no es futbolero, pero sí un gran aficionado al rugby, por lo que puede decirse que salió airoso de cualquier charco cuando le preguntaron por algunos de los grandes debates de la cocina coruñesa, como es el caso de la receta de la tortilla. “Nunca entro en comparativas, porque cada día me puede apetecer una cosa diferente. Galicia es maravillosa para comer y me quedo con la huerta, el mar y el producto en general”, dijo. Ni siquiera entró a nombrar un solo establecimiento, aunque sí sugirió que tiene muy claro su favorito.
De lo que se filmaba de cámaras para dentro no trascendió absolutamente nada. Lo único fijo es que probó el café del Malpica a primera y que, en el descanso para comer, optó por una Coca Cola Zero. Del resto eran todo conjeturas, y algunas de ellas apuntaban a que el chef Pablo Gallego, cuyo restaurante está justo frente al Malpica, fuese uno de los cuatro protagonistas de la ‘Batalla de restaurantes’. No sería su debut televisivo, ya que anteriormente ya opinó en 'Te lo vas a comer' sobre el peligro de las reseñas online. También era reconocible Freddy, propietario de La Arrocería de Os Mallos. Los más atrevidos incluso sugirieron que el desafío del programa versara sobre la preparación de la tortilla de Betanzos, objeto de peregrinación culinaria para muchos visitantes.
Lo que es seguro es que los ‘rapapolvos’ de Alberto Chicote en A Coruña serán mucho menos sonados y ruidosos.