Los trabajadores de las escuelas infantiles de A Galiña Azul y otros centros de día pertenecientes al Consorcio Galego de Igualdade e Benestar comienzan su segunda semana de huelga. Ayer algunas cerraduras de las puertas de los centros aparecieron selladas con silicona.
Según Lorena Alvite, trabajadora de uno de los centros de día, todavía se desconoce quién se encuentra detrás de estas acciones. Por este motivo, en A Coruña, la escuela infantil de A Galiña Azul de Eirís no pudo abrir sus puertas a tiempo. El centro de día, por su parte, sí que pudo continuar su actividad con normalidad.
El personal se encuentra realizando una huelga desde el pasado día 5 de septiembre. Considera que el proceso selectivo que se está negociando para la estabilización de puestos de trabajo deja a los trabajadores del Consorcio Galego de Igualdade e Benestar en desigualdad de condiciones.
Desde entonces han realizado manifestaciones y acciones con piquetes informativos, además de acudir a actos de la agenda política. En este sentido, según informa Lorena Alvite, llevarán a cabo nuevas reivindicaciones próximamente en Ferrol y Santiago, ya que la huelga afecta a unas 1.500 trabajadoras de toda Galicia.
En total, más de once centros amanecieron ayer con sus cerraduras selladas, impidiendo la entrada. La huelga, convocada por CNT, prevé paros durante quince días al mes hasta diciembre. En septiembre se extenderá hasta el día 16.
El personal lamenta que hasta ahora, pese a las reivindicaciones, no se haya producido ningún contacto por parte de las administraciones. Solicita por tanto que se alcance una solución.
Exige que se establezca un proceso selectivo diferenciado del de la Xunta. Según los trabajadores, el Consorcio es un ente que cuenta con particularidades.
Consideran que el proceso selectivo no busca la estabilización. Temen además que se desmantelen los equipos de trabajo.
En Coirós, el centro de A Galiña Azul amaneció ayer con la cerradura de la puerta principal obstruida con silicona. También las dos puertas de servicio laterales.
El alcalde, Francisco Quintela, lamenta los hechos. Asimismo, pide colaboración ciudadana ante conductas sospechosas.