“La intención es sentir orgullo. Es un espacio que está necesitado de que se ordene y se convierta en un espacio de estar agradecido”. Así resumen Xosé Manuel Vázquez Mosquera y Carmen Calatayud, los arquitectos del proyecto de reforma de los Cantones, la principal motivación que les llevó a redactar el diseño presentado esta semana. Destacan el trabajo conjunto de un amplio equipo que se esconde detrás de la “parte perceptible” que representan y que pretende “dar continuidad entre la plaza de Lugo y María Pita”.
Los primeros estudios sobre los Cantones comenzaron en 2020, pero “las necesidades cambian y se incorporan otras nuevas. El tiempo influye mucho en la arquitectura”. Desde entonces, el concepto general “no se ha perdido, sino que se ha mezclado y mejorado”. Por ejemplo, hace cuatro años se planteó la creación de una grada elevada en el Cantón Grande, pero apareció “la necesidad de un ascensor”. El Obelisco, que forma parte de la memoria de la ciudad, es el punto de referencia. “El objetivo era darle un espacio reconocible. Ha sido rotonda cuando hubo coches, ahora tiene una escalera a un garaje, tiene jardines... Queríamos ennoblecerlo y potenciar su valor original para que no quede diluido en el espacio. La intención es enmarcarlo con elementos sencillo”, señalan.
En julio de 2021 la parada de buses que antes estaba en el principio de la avenida de La Marina se trasladó al Obelisco. Tres años después, “se ha reconocido que funciona”. La movilidad jugó un papel protagonista en el diseño del proyecto. “Se barajó compartir tráfico en la zona, pero esta idea se descartó. También que hubiese un carril bici por cada lado, pero la idea elegida aporta seguridad”. El traslado de la parada de autobuses metropolitanos a Manuel Casás despertó cierta inquietud en el sector cultural, ya que temían no contar con espacio para descargar material en el teatro Colón. Además, esta calle sirve como zona de aparcamiento de camiones que transportan material hasta el Rosalía. “Estudiamos la opción de dejar una acera amplia con acceso detrás del Colón. Está estudiada la maniobra para que pueda entrar un trailer y descargar”.
En la presentación del proyecto se destacó el poder de las sensaciones que aportará la reforma a los ciudadanos. “Nos parece interesante que desde cualquier punto llegues al corazón directamente”. En cuanto a posibles referencias para redactar el proyecto, no hay que irse muy lejos: “Nos inspiramos en el lugar, en conocer A Coruña”, añaden. Sí hubo algo por lo que Calatayud y Mosquera lucharon: la presencia de árboles. La existencia de un parking subterráneo dificultaba la tarea, pero finalmente lograron plantear la plantación de 16 ejemplares. “Cuando vimos que la hilera verde era posible, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos para colocarla estratégicamente”.