Decía una obra de la cultura cinematográfica popular actual que “en tiempos de crisis los sabios tienden puentes. Los necios, barreras”.
Si esto es así, el Festival Internacional del Folclore ‘Cidade da Coruña’ que dio este miércoles los primeros pasos de su 37 edición –que se extenderá hasta el domingo 11 de agosto– está llena de sabios que saben, por experiencia, que la cultura es una de las armas más potentes para unir a la gente.
La Asociación Provincial Coros y Danzas ‘Eidos’ ha coordinado de nuevo a otras tres entidades que representan a tres países de dos continentes: Argentina; con el Ballet de Arte Folclórico Argentino Miguel Ángel Saravia; México, con su Compañía Nacional de Danza Folclórica y Corea del Sur, de la mano de Sun A Arts Company.
En un mundo en el que cada vez se levantan más muros entre las invisibles fronteras de los países que lo integran, María Pita hizo alarde un año más de su carácter subversivo al apostar por la exhibición de una de las cosas que más define el carácter de los pueblos: su tradición popular, preservada por algunos con esmero para, como indica el presidente de ‘Eidos’, Javier Carro, “evitar perderla con el paso de los años”.
Un objetivo que comparte con las otras tres asociaciones. Además, reivindica que “conocer las culturas de otros países enriquece mucho a la gente”.
Paula Fazéuilhe, directora y coreógrafa del Ballet Argentino, subraya que mostrar parte de su cultura “es un orgullo. Con la cultura nunca sentimos que se levanten muros. La cultura nos une con el otro”.
Miguel Ángel García, director artístico y coordinador de la Compañía Nacional mexicana se une a la reivindicación porque “nuestra labor es construir puentes a través del folclore. Sentimos una gran responsabilidad al mostrar un pedacito de cada estado de nuestra república mexicana”.
Una responsabilidad que comparte con Jay Nayong, la responsable de la entidad surcoreana, quien siente la obligación de distribuir y enseñar su cultura al resto del mundo para mostrar quienes son y quienes han sido.
Y sí, ahí está el público, sentado en sus butacas esperando y los curiosos que, poco a poco se acercan a observar apoyados en las vallas.
Dos mujeres intercambian percepciones sobre la dificultad de bordar un traje regional gallego mientras a su lado se detiene un joven de rasgos asiáticos que se convierte en un espectador más.
Son los ritmos de Galicia los que dan la bienvenida al resto de participantes para dar paso al folclore porteño que como dice el director y coreógrafo del Ballet Argentino, Cristian Batista, “es vivaz, alegre y muestra la destreza del gaucho por medio de sus taconeos, empleando también elementos indígenas”.
Nayong presenta una danza de la nobleza caracterizada por los vistosos tocado, seguida de un baila tradicional femenino con coloridas ropas para cerrar con una danza en la que los tambores son los protagonistas.
México, lindo y querido, ha optado por reflejar en sus danzas la diversidad de su cultura, con un homenaje a la época prehispánica de los aztecas y a la era del mariachi mestizo.