Los envenenamientos de animales con cebos colocados en los parques son una lacra que no se termina de erradicar. Afortunadamente esta problemática no se da todos los días, pero periódicamente se detectan nuevos casos, haciendo enfermar a las mascotas afectadas o teniendo un desenlace fatal.
Las asociaciones recomiendan que siempre se presente una denuncia por escrito para poder detectar a los responsables de este tipo de actos.
Muchas veces los casos se detectan de manera informal. Ante la confusión acerca de por qué la mascota se encuentra mal y debido al desconocimiento de quién es el infractor, pocas veces los dueños presentan una denuncia.
En muchos casos, según señala Rubén Pérez, responsable de comunicación de la Fundación Franz Webber, todo queda en una advertencia a través de las redes sociales, donde los dueños tratan de advertir a otras personas sobre los lugares en los que ocurren estos episodios. Uno de los lugares en los que alguna vez se han registrado casos es el parque de Santa Margarita. Rubén Pérez apunta que este es un espacio muy conocido porque en él se encuentran varias colonias felinas y muchas personas que acuden a pasear a sus perros.
Aunque en algunos casos detectar a los responsables del hecho delictivo es complicado, desde la Fundación Franz Webber dan unas pautas para que los dueños sepan cómo deben actuar. Si el perro se encuentra mal después de haber comido algo en un parque, como puede ser el de Santa Margarita, el veterinario puede elaborar un informe que recoja que se ha producido el envenenamiento y posteriormente puede adjuntarse a la denuncia ante las autoridades. Los responsables podrían enfrentarse a una infracción a la Ley de Bienestar Animal de Galicia y a un posible delito contra la fauna y la flora.
Rubén Pérez recuerda que hace años también se detectaron casos en el entorno de la Sagrada Familia. En Ourense, una persona que ponía cebos llegó a ser localizada y fue acusada de un delito de maltrato animal.
Desde la Fundación Franz Webber indican que la forma más habitual de tratar de encontrar a los infractores es mediante la vigilancia policial de los parques en los que se producen este tipo de actos para detectar comportamientos sospechosos y sorprender al responsable in fraganti.
Asimismo, desde la asociación advierten que, en algunos casos, los cebos envenenados pueden también afectar a las personas, especialmente a los niños si los recogen del suelo.
Dar con el responsable de la colocación de los cebos con veneno es complejo, pero puede abrirse una investigación para tratar de poner freno a estos actos.