Mientras el dragado de la ría se acerca a su fase final, cabe preguntarse por la calidad de las aguas y de todo el ecosistema y si se está haciendo todo lo posible para preservar la calidad de las aguas. El año pasado, cuando ya habían comenzado los trabajos de dragado (que arrancaron en febrero), Augas de Galicia detectó 130 vertidos, de los cuales tres superaban los límites de contaminación que establece la normativa. Por el momento, no se ha anunciado la eliminación de ninguno de ellos.
La mayor parte de los vertidos son fugas de las redes de saneamiento, que tienen que ser solventadas por los propietarios, pero el proyecto del dragado señalaba varios vertidos. El informe recuerda que la ría fue declarada como una de las más contaminadas de Europa debido a los vertidos industriales de ciertas empresas, especialmente las fertilizantes. Mercurio, cadmio, cobre, plomo, zinc y PCBs (sustancias cloradas). Sin embargo, la de O Burgo tiene mucha menos actividad industrial que otras rías gallegas.
Varios de los puntos de vertido se localizaron entonces (el informe se remonta en 2008) en el término municipal de Oleiros, pero hay que recordar que la ría baña otros tres municipios (Culleredo, Cambre y, por supuesto, A Coruña). El Ayuntamiento herculino solventó la mayor parte de sus fugas durante el mandato de Xulio Ferreiro, cuando se cerraron 14 de 20 vertidos detectados.
En realidad, durante el año pasado Augas de Galicia subsanó 70 de estos vertidos, y tiene localizados los otros tres que no cumplen los límites, sobre los que realiza un seguimiento. No se trata de una cifra elevada, si se las compara con otras rías. La de Ferrol, por ejemplo, tenía 27 vertidos en 2022, y la de Vigo 21. La más contaminada es la de Arousa, con 56, seguida de la de Muros-Noia, con 49. En realidad, no existe ninguna ría gallega libre de vertidos aunque algunas, como la de Cedeira o Corme-Laxe, solo tienen un único foco de contaminación.
Es este problema, el de la calidad de las aguas, el que obliga a depurar el marisco que se recoge en él. Incluso los furtivos lo hacen: este año, agentes de la Policía Autonómica descubrieron una depuradora ilegal en las cercanías de la ría.
En total, se han retirado 370.000 metros cúbicos de los lodos más contaminados con metales pesados, según la Delegación de Gobierno. Si todo marcha conforme al plan, el próximo mes se empezará a arrojar arena gruesa al lecho de la ría para formar una capa de medio metro. Es el paso previo a la reposición de los bancos marisqueros. Queda por ver la calidad del agua.