El problemas de las ruinas de A Coruña se entremezcla con el de la vivienda en el centro de la ciudad. Mientras que en las promociones de la periferia, sobre todo en Xuxán (Parque Ofimático) se está construyendo a un ritmo constante, en el centro, la situación es más compleja. En el caso del área de A Coruña, la superficie total del área del plan Rexurbe es de 0,08 kilómetros cuadrados, existiendo en la misma, según la memoria presentada por el Ayuntamiento, 519 edificios con un total de 2.188 viviendas. De ese total existen algo menos de 70 edificios que se encuentran en estado deficiente, malo o ruinoso.
Por eso el Ayuntamiento ha tomado medidas por su cuenta, al margen del Plan Rexurbe. Su objetivo son las ruinas que se encuentra en peor estado, aquellas acumulan sanciones y advertencias de Disciplina Urbanística, los inmuebles sostenidos por andamios y cubiertos con mallas verdes que se pueden encontrar en la zona. El año pasado, el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, anunció un plan de ruinas para combatir este problema empleando la Lei de Rehabilitación de Galicia para desposeer a los dueños de los inmuebles en estado de abandono que ignoran los avisos.
Los primeros edificios sobre los que se inició el procedimiento, en enero del año pasado, fueron el 140 de la calle de San Andrés, el cuatro de Pastoriza, los números 73, 130 y 202 del Orzán, el seis de la calle Herrador y ocho de Santa Lucía. Precisamente allí, el Ayuntamiento demolió en 2022 un edificio de los años 40, pero conservó su fachada, dado el valor arquitectónico de la misma, después de que el propietario hiciera caso omiso de los requerimientos municipales
El plan marcha, aunque muy lentamente: “Estamos yendo expediente a expediente y hay dos que se ha cambiado la propiedad y se están solicitando licencias para la rehabilitación”, comentaba el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, hace unas semanas. El objetivo es sacar a pública subasta los inmuebles y, en caso de que nadie puje, que sea el propio ayuntamiento quien se los quede.
En los últimos cinco años, el precio del alquiler en la ciudad se ha incrementado un 30% y el precio de venta de vivienda nueva ha subido un 27%. Por ese motivo, el Ayuntamiento ha solicitado a la Xunta que declare la ciudad como zona tensionada, una medida que implica congelar los precios de alquiler a grandes tenedores, aunque no afecta a los alquileres nuevos. La oposición duda de la efectividad de esta medida y piden que se agilicen las licencias.
Por otro lado, la Xunta ha comenzado a impulsar la vivienda pública, después de años de bajas inversiones. Su previsión es construir más de mil viviendas protegidas en el área de A Coruña con una inversión de 55 millones de euros.