La avenida de Arteixo recibió esta semana su último retoque: el pintado de una plaza de aparcamiento para minusválidos en la nueva fila de estacionamiento en batería que se encuentra en dirección salida, al pie del parque de Santa Margarita. Estos aparcamientos en batería son una forma de compensar, en lo posible, la pérdida de espacio para estacionar que conllevan las peatonalizaciones. El concejal de Movilidad, Francisco Díaz Gallego, explicó que ese carril en dirección salida “xa non tiña sentido”, así que la avenida de Arteixo pasa a tener un carril donde tenía dos y gana 45 plazas de aparcamiento. Lo que no indica el concejal es que las plazas anteriores, las que se encontraban en línea, eran zona blanca. Es decir, estacionamiento gratuito, mientras que ahora pasan a formar parte de la zona azul regulada por la ORA.
Este no es más que el primer paso, y es muy posible que se amplíe más allá de su actual límite: la ronda de Nelle. En junio, poco después de haber tomado posesión de su cargo, Díaz hizo notar recientemente que el plan de Movilidad, que se remonta a 2013, contempla la posibilidad de ampliarla: “Es una medida que, por primera vez, nos están pidiendo los vecinos”. En realidad, lo que piden los residentes es más zona verde, también regulada por la ORA así que para el Ayuntamiento está claro: hay que expandir la zona de estacionamiento regulado, algo que pone las cosas todavía más difícil a las miles de personas que entran y salen diariamente de la ciudad en coche y que no residen en la zona, pero que buscan en las calles de los barrios una alternativa gratuita al párking de pago.
De en fila a en batería
La política de cambiar estacionamiento en línea por en batería, que permite duplicar las plazas, prácticamente, es lo que conseguirá ampliar las zonas verdes, para residentes, dentro del barrio. una demanda que los vecinos llevan haciendo desde hace bastante tiempo, puesto que en esta zona abundan los edificios que no tienen aparcamiento.
En realidad, las únicas calles en zona verde del barrio son las casas bajas entre la avenida de Arteixo y la calle de Pla y Cancela, que llevan nombres de ríos como el Tambre, el Miño, el Eume o el Sar. Al otro lado, de la avenida de Arteixo, en el barrio de Santa Margarita, no existe ninguna zona verde.
Pero el problema es que eso significa la eliminación de más plazas de aparcamiento, lo que irrita a los vecinos que no disponen de un garaje comunitario, y muchas calles son estrechas. La venida de Os Mallos, donde se instaló también aparcamientos en batería este año, suscitó bastantes críticas por ese motivo.
El propio Francisco Díaz Gallebgo admitió que los técnicos están limitados por el espacio disponible en las calles. “Moitas veces veñen motivados por cambios da propia normativa, que piden unhas medidas que non teñen as rúas agora”.
En el caso de la avenida de Arteixo, sí ha sido posible actuar, igual que ocurrió recientemente en la vecina cuestas de Pla y Cancela, donde ya había zona azul. Al ser cuestionado sobre cuántas plazas perdieron los conductores coruñeses este año que finaliza, el concejal de Urbanismo, Vivienda, Infraestructuras y Movilidad, respondió que éstas serán las “justas y necesarias, obviamente non será posible compensalas todas”.