Aunque Lorenzo haya decidido no presentarse, hoy es el comienzo de la temporada de baño. Por delante quedan tres meses de largos días (que todos esperan que sean soleados) de playa. A Coruña puede sentirse afortunada de poder escoger entre los numerosos arenales que la rodean, justo al pie de la ciudad. Pero la mayoría se deciden por la bahía del Orzán, la más abierta al océano, y quizá por ello, de las más peligrosas playas urbanas. Más del 50% de los cerca de 600 incidentes que se registran durante la temporada de baño se producen en estos tres arenales: Riazor y Orzán-Matadero.
Nuria Rodríguez, presidenta de la Federación de Socorrismo de Galicia (Fessga), conoce perfectamente las playas coruñesas. De hecho, Fessga organiza el servicio de socorrismo de este año, igual que el anterior. Para ella, la zona del espigón, la de La Coraza, es la más peligrosa de todas, sobre todo en marea baja, cuando invita a los bañistas a continuar por allí su paseo por la orilla, en vez de subir las escaleras hasta el Paseo Marítimo y luego bajar al otro lado.
“Nosotros tenemos siempre una bandera roja allí porque es peligroso. No solo hay rocas, hay corrientes que no se ven”, explica Rodríguez que reconoce que siempre destaca a sus socorristas más experimentados en esa zona, atentos a lo que pueda ocurrir. La rapidez en la reacción es fundamental. Por su parte, el director de Seguridad Ciudadana, Carlos García Touriñán, coincide en señalar La Coraza como el punto más peligroso de la bahía del Orzán, lo que la sitúa en primer lugar de todas las zonas de baño de A Coruña. No en vano una placa recuerda a las cinco personas (los tres policías héroes, el obrero Francisco Alcaraz y el niño Juanito Darriba) que murieron en esa zona intentando rescatar a otras que se ahogaban.
Al pie de la antigua fortificación la corriente choca y se divide, señala Touriñán: “Donde hay más corriente es la zona cercana a la Coraza con una bifurcación . También hay corriente a lo largo de la playa, pero son cambiantes por las condiciones del mar en cada momento”.
Y las condiciones cambian mucho con la marea, advierte la presidenta de Fessga: “Con marea alta hay mayor oleaje”. También hay que tener en cuenta que el viento pega con mayor fuerza en la playa central.
Pero hay otro elemento que contribuye a hacer del Orzán la más peligrosa de las tres playas: el famoso ‘escalón’, lo que en la jerga técnica se conoce como berma intermareal (el montículo de arena que acumula la marea durante la pleamar): el desnivel que se encuentra justo en la orilla y que despista a muchos que pisan por primera vez esta playa. La última vez fue el mes pasado, cuando un colombiano perdió pie mientras jugaba con unos amigos en la arena. La resaca amenazó con llevárselo, y solo lo impidió la oportuna intervención de un joven de Monte Alto, que se lanzó al agua.
Este ‘escalón’ es fruto de los sucesivos aportes de áridos que ha recibido la bahía, como los 320.000 metros cúbicos que se esparcieron en 2014. “Se volvió más peligroso”, apunta Rodríguez. Pero los rellenos no afectan a las corrientes, según explica Touriñán ya que, en unos días, la arena se asienta y todo vuelve a la normalidad. Es en tierra donde se encuentra el peligro a evitar.
Por el contrario, Riazor es la zona más tranquila de la bahía, protegida por Las Esclavas y por los escollos, el oleaje apenas le afecta. Es por eso que es conocida como ‘la piscina’ y tiene bañistas todo el año. Los más famosos son los ‘tiburones’ de Riazor, un grupo de jubilados que desafía el mal tiempo en invierno sumergiéndose en el agua.
Matadero también presenta particularidades. A pesar de que también está muy protegida del viento, “hay una corriente a la derecha que se lleva a los nadadores”, advierte Rodríguez. A estas alturas, todo el mundo sabe, o debería saber, que no es una buena idea luchar contra la corriente y tratar de regresar a la orilla a nado, sino moverse en paralelo a la costa hasta salir de la corriente y luego volver a tierra. Pero los socorristas rara vez ven este consejo puesto en práctica: “Te pones nervioso y no piensas por la ansiedad.
Ese es el peligro”. Es entonces cuando entran en acción los socorristas. “En los últimos años, hemos mejorado mucho el equipo: motos náuticas, tablas e incluso los floppies”, explica Rodríguez. Los socorristas siempre tienen a mano las aletas y las floppies (flotadores) para estos casos.
Las fuertes corrientes de Riazor provocan que muchos de los rescates se den a pie de playa, reconoce Rodríguez. En estos casos, apenas a dos metros de distancia, los bañistas se ven sorprendidos cuando no pueden regresar a tierra que ven tan cercana. Por otro lado, son estas corrientes lo que atrae a los surfistas que se ven tan a menudo en el Orzán. “También hay olas en Matadero, pero es más cerrado, les gusta más el Orzán”, explica la presidenta de Fessga.
Como el surf se practica todo el año, a veces los servicios de emergencia se activan cuando algún amante de la tabla decide practica su deporte favorito en plena alerta naranja. Por esta razón y por otras, la mayor parte de los rescates fuera de la temporada de baño (es decir, desde hoy hasta el 15 de septiembre) se producen también en la bahía del Orzán. El año pasado, el Grupo de Rescate Acuático (GRA) de Bomberos, que está activo todo el año, efectuó cuatro de estos rescates.
Touriñán señala que hay otras playas que también suponen un peligro en A Coruña. Específicamente, San Amaro, donde los jóvenes suelen lanzarse desde el muelle o desde la plataforma de cabeza, asumiendo un riesgo de lesiones medulares. Pero ninguna de las otras playas reúne tantos factores de peligro como la más popular: el Orzán.
LAS CIFRAS |
57 PROFESIONALES forman parte del dispositivo de seguridad en las playas entre socorristas, sanitarios, conductores y tripulantes de embarcaciones
|
120 PICADURAS de escarapote se registraron en 2023 en las playas coruñesas durante la temporada de baño y la mayor parte en San Amaro y Orzán
|
15 RESCATES se llevaron a cabo en la playa del Orzán-Matadero durante la temporada de baño de 2022, una de las cifras más altas de la serie histórica
|
167 SERVICIOS realizaron los socorristas en Riazor el año pasado durante la temporada de baño, la mayor parte de ellos por mordeduras de animales
|
159 CORTES curaron los socorristas durante la temporada de baño pasada. Es la incidencia más numerosa, y 46 fueron en Orzán-Matadero
|
19 TRASLADOS sanitarios se produjeron el año pasado durante la temporada de baño y la gran mayoría en Riazor, donde se instalan los jubilados
|
Ommodio odip es dunt n