Se marchita la vegetación en el Barrio de las Flores, debido a diferentes enfermedades que han obligado al Ayuntamiento a actuar de urgencia para evitar incidentes, daños personales o la expansión de la plaga de picudo rojo, en el caso de unas palmeras de las que ya no quedan ni rastro tras la tala del último ejemplar en la plaza de los Fresnos. Del total de 17 árboles que representaban parte del pulmón verde de la zona no quedará ni rastro pero, tal y como es norma en actuaciones de este tipo, el proceso de sustitución dejarán una arboleda proporcionalmente mayor.
El próximo mes de marzo está previsto que se inicien los trabajos para plantar un total de 25 árboles de diferentes especies, lo que dejará una ganancia de ocho, después del saneamiento correspondiente y la eliminación de la plaga de picudo. Fuentes municipales apuntan a un proceso estandarizado y que ha llevado, no obstante, a que el Barrio de las Flores tenga una de las actuaciones más intensas para llevarlo a cabo: “Acabadas las talas de árboles en mal estado se procede al desmoronado y la plantación de ejemplares sanos, lo cual en este caso ya estaba previsto y será inmediato”.
A falta de confirmar cuál será la composición definitiva del nuevo vergel del Barrio de las Flores lo que es seguro es que en esa lista no estarán incluidas las palmeras, debido a la amenaza a medio plaza que todavía se cierne sobre las mismas. Un total de veinte ya han tenido que ser sacrificadas en la ciudad, y su supervivencia no estaría ni mucho menos garantizada. “Salvo en casos muy especiales no se reponen palmeras, porque no son autóctonas y, a causa del picudo, no está garantizada su viabilidad y requieren tratamientos muy costosos”, indican desde el Ayuntamiento.
Reacción vecinal
La nunca agradable imagen de la tala de árboles generó confusión y también cierto cabreo durante las últimas horas entre los vecinos, que se preguntaron el por qué de la actuación municipal y lamentaron lo que denominan una “pérdida de verde frente al asfalto”, un argumento que han esgrimido de forma recurrente en los últimos meses.
Entre los miembros de la asociación vecinal hubo voces que llamaron a presentar una denuncia por lo que consideraban el desmantelamiento de unas zonas verdes que, sin embargo, crecerán en algo más de un mes.