La semana pasada, el comité de empresa de Albada, que gestiona la planta de reciclaje de Nostián, reconoció que se había producido un punto de inflexión en el conflicto laboral que mantienen desde que caducó el anterior convenio, allá por enero de 2020. Desde entonces, se han llevado a cabo varias protestas incluida una huelga a las puertas de Navidad que ha dejado una gran cantidad de basura acumulada en la planta. Esto podría haber sido un aliciente para la empresa ahora hora de negociar, puesto que sabe que, de provocarse otra huelga, la basura tendría que llevarse directamente a la planta de Sogama.
El presidente del comité de empresa, Hadrián Canosa, considera que es posible volver al convenio caducado, lo que permitiría a los más de 170 trabajadores recuperar muchos derechos perdidos. Sin embargo, las negociaciones no han terminado, y se han emplazado para otra reunión a principios del mes que viene.
Mientras tanto, toneladas de basura inorgánica siguen acumulándose en el espacio abierto, mientras que el foso está lleno. Por el momento, no hay una previsión de cuándo se retirarán estos desperdicios, pero aseguran que, al tratarse de inorgánicos, apenas producen lixiviados. Es decir, que no contamina.