La calle de San Andrés: el ‘complejo dunar’ previo a la humanización definitiva

Las montañas de restos muestran el avance de las obras en uno de los principales enclaves de la ciudad
La calle de San Andrés: el ‘complejo dunar’ previo a la humanización definitiva
Las montañas de restos de las obras llegan a superar en altura a los viandantes de San Andrés | Quintana

“Mamá, ¿me puedo subir?” pregunta un pequeño coruñés al pasar por la actual calle de San Andrés, que en un futuro cercano será una nueva vía más parecida a su concepción original, con predominio peatonal y un arbolado que recuerde a tiempos pasados. Lo dice mientras señala una de las enormes ‘dunas’ que muestran el avance de las obras de reurbanización de la vía y que trasladan a la misma a una época y espacio más cercanos a las minas de carbón.
 

Estas ‘montañas’ de deshechos de las obras que se acumulan en San Andrés han llamado la atención, no sólo a los más pequeños, sino también a mayores, porque su tamaño, en algunos casos, supera con creces el de muchos de los vecinos.
 

Son una suerte de rastro de unas obras que comenzaron hace escasos dos meses para transformar una de las calles más emblemáticas de la ciudad y que le ‘lavará la cara’ para convertirla en una amalgama entre los siglos XXI y XVIII.
 

Del siglo XXI porque debe ser una vía moderna adaptada a los tiempos que corren. Del XVIII por la recuperación de su concepción pensada en la movilidad peatonal y por la recuperación del arbolado de la época, porque 300 moreras, como las que vestían la calle hace tres siglos, la completarán ahora dándole un aire ‘más natural.
 

Pero detrás de esas ‘dunas’, la vida sigue para vecinos y comerciantes. Eran precisamente los segundos los que hace unas semanas realizaban un llamamiento para recordar a la ciudadanía, que detrás del nuevo ‘sistema montañoso’ de San Andrés, ellos continúan con su día a día. “A pesar de las obras están abiertos y se están viendo muy perjudicados, porque la gente evita venir”, apuntaba una de las comerciantes de la zona sobre los establecimientos de San Andrés.

 

Obras san andres dunas reurbanizacion @ quintana
La vía permanece cerrada al tráfico, pero la vida de vecinos y comerciantes continúa | Quintana


Hace escasos dos meses que comenzaron unas obras que se extenderán varios más. El proceso de reforma tendrá un coste que superará los tres millones de euros. La fase actual se prevé que se extienda hasta el próximo mes de agosto.

 

Cambios significativos

Los cambios en San Andrés no serán precisamente pocos. Uno de los más llamativos es la retirada de los adoquines que vestían la parte más estrecha de la calle. A pesar de lo estético de su implantación en su día, el adoquinado no es la mejor de las soluciones para las zonas peatonales, y menos todavía si estas son compartidas con el tráfico rodado, por poco que sea, ya que se acaba hundiendo. El mal estado de los adoquines del entorno obliga a optar por otras soluciones, como las bases de hormigón desactivado. La retirada se hizo efectiva en abril. 
 

También se hizo efectiva recientemente la retirada de las tarimas de madera que adornaban la plaza de Santa Catalina. Las lluvias y el paso del tiempo deslucieron una solución que hoy en día causaba problemas en la movilidad peatonal del entorno.
 

De manera temporal, y debido al tiempo que se demorará la reurbanización de San Andrés, el cambio que más están notando los coruñeses es el de la movilidad en transporte urbano. El grueso de la movilidad de las líneas que transcurrían por San Andrés se está trasladando por el Paseo Marítimo, que aglutina buena parte de las paradas provisionales, más allá de los cambios puntuales en los accesos al mismo. 


Cuando en el futuro finalicen las obras, no serán ‘dunas’ sino moreras las que superen en altura a los viandantes de una zona que, con la esperanza de la reforma, buscará convertirse de nuevo en uno de los epicentros comerciales de la ciudad herculina del futuro. 

La calle de San Andrés: el ‘complejo dunar’ previo a la humanización definitiva

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