Se suele decir que los padres nunca saben lo que hacen sus hijos de noche (en parte, porque eso estropearía la diversión) pero ahora siempre queda la posibilidad de preguntar a la Policía Local. Porque, a partir de este fin de semana, cámaras de seguridad controlarán el ocio nocturno en la zona del Orzán, la más emblemática de la ciudad, en el cruce de la calle Socorro con la de Sol.
Los sensores no están a pleno funcionamiento, reconocen fuentes municipales, y puede que no lo están hasta la semana que viene, pero a partir de ahora ya será posible vigilar un cruce conflictivo, pro la gran cantidad de locales de ocio nocturno que allí se concentran. Aunque la época de más agitación del Orzán hace años que quedó atrás, cada fin de semana se concentran docenas de jóvenes en esa esquina, para disgusto de los vecinos, que denuncian comportamientos poco cívicos, y ruidos constantes.
Más allá de esas molestias, las peleas, robos, actos vándalos e infracciones a las ordenanzas por parte de jóvenes alcoholizados también se producen diariamente. Ese cruce es un lugar estratégico y grabar las imágenes permitirá a los agentes interponer denuncias de un delito incluso si no encuentran a ningún testigo que quiera prestar declaración, lo que sucede a menudo.
Hace un año que se decidió adoptar esta medida, que es una mejora de contrato del sistema de videovigilancia. Es decir, que lo monta la empresa que se encarga de la instalación de las cámaras del Ayuntamiento sin un coste adicional. Sin embargo, la obra necesaria para construir el báculo y los permisos necesarios para operar una cámara en vía pública han retrasado la puesta en marcha un año entero.
No es la primera vez que el Gobierno local instala cámaras para vigilar zonas conflictivas por el ocio nocturno. No hay más que recordar la plaza del Humor, que en su época acogió el botellón de la ciudad. Además de convertirse en una Zona de Especial Protección (ZEP), también se convirtió en la primera zona videovigilada por este motivo.
Otro punto a tener en cuenta son los jardines de Méndez Núñez, que fueron muy castigados por el ocio nocturno durante la época en la que se celebraba allí el botellón (dejó de hacerse a finales de 2019). En este caso, la videovigilancia nunca fue efectiva, pero hay que señalar que la baja calidad de las cámaras y que nunca se realizara el adecuado mantenimiento, lo que provocó que quedaran fuera de servicio. En el caso de las cámaras de la calle Sol, la tecnología es mucho mejor y permitirá hacer zoom y grabar en alta definición.