El cambio climático importa una plaga de chinches del Mediterráneo a Novo Mesoiro

El cambio climático importa una plaga de chinches del Mediterráneo a Novo Mesoiro
Los nuevos pobladores de Novo Mesoiro habitan en los parques

Unos nuevos y rojizos pobladores campan desde hace dos días a sus anchas por las zonas verdes de Novo Mesoiro. Se trata de chinches rojas del melocotonero, la exótica denominación para unas pequeñas criaturas rojas, impropias de estas latitudes, y a las que el cambio climático ha trasladado directamente desde el Mediterráneo. Su presencia alarmó a los vecinos y las instantáneas de colonias de insectos corrieron como la pólvora entre los residentes. Algunos incluso se apresuraron a buscar en la red cuadros semejantes para una rápida diagnosis de amenazas. 


Es en ese punto donde finaliza un relato que en el planteamiento sería propio de una película de John Carpenter o de la representación a la coruñesa de la adaptación de Welles de la Guerra de los Mundos. Y es que el bicho en cuestión pierde toda su capacidad intimidatoria cuando pasa por el prisma de una opinión experta: es totalmente inofensivo, pero le gusta reunirse en los elementos de madera de los parques, bancos o barandillas. Lo más impactante es, en realidad, cómo el cambio climático lo ha llevado de su hogar en Benidorm o Peñíscola hacia, por ejemplo, Novo Mesoiro.  


Mantenimiento 
Resulta curioso que durante semanas los vecinos del barrio solicitaron al Ayuntamiento una poda que minimizase el riesgo de incendios forestales, con la mente puesta especialmente en lo sucedido en 2022. La ecuación era especialmente peligrosa en la calle de la Ribeira Sacra: matorrales de dos metros, un transformador eléctrico y varios vehículos estacionados en las inmediaciones. Fue justo al rebajar esas ramas cuando las chinches, llamadas Oxycarenus lavaterae, vieron la luz de Novo Mesoiro.


La sensación entre recelo, curiosidad y temor provocó que la asociación vecinal rápidamente acudiese al Ayuntamiento y a última hora de la tarde ayer emitiese un comunicado para tranquilizar a los asociados: no son una plaga ni transmiten enfermedades, pero sobre todo se realiza un llamamiento a no intentar eliminarlas a través de insecticidas y respetar su ciclo natural, como parte de la biodiversidad de la zona. 

El cambio climático importa una plaga de chinches del Mediterráneo a Novo Mesoiro

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