Se llevó un buen susto un vecino de la calle Observatorio, en el Agra do Orzán, cuando al ir a recoger la ropa del tendal un nuevo ‘compañero’ de piso ya se había instalado junto a su ropa. El ‘okupa’ en cuestión se trata de un periquito con todo el aspecto de haber estado domesticado recientemente.
Por eso, por desconocimiento del protocolo habitual en estos casos, el vecino hace un llamamiento a los posibles propietarios del ave. “No me puedo acercar mucho, por si acaso”, explica con temor a la posible reacción. “No es como un perro, a lo mejor en este caso coge y se marcha o lo que sea”, finaliza. Y es que eso de estar ‘al loro’ a veces hay que aplicarlo a rajatabla con los animales domesticados.