El puerto de A Coruña amaneció hoy con una imagen renovada, tras la finalización de las obras de desmantelamiento de la cantina y del edificio anexo propiedad de la Autoridad Portuaria. Su derribo ha dado paso a una nueva vista del muelle, todavía con escombros en la zona de la plaza de Ourense. 

Los trabajos comenzaron hace dos semanas y concluyeron en la tarde noche del lunes, por lo que se da un paso más hacia el proceso de apertura del muelle de Calvo Sotelo a los ciudadanos, previsto, si se cumplen los plazos estipulados, para la segunda quincena de este mes. Los operarios se centran ahora en la limpieza del solar para que se integre en el espacio portuario, para continuar con la instalación del nuevo cierre del recinto para el acceso peatonal, que seguirá la misma tipología que los cierres actuales. Los peatones podrán acceder caminando desde este punto, si bien la actual entrada de vehículos y peatones se mantendrá sin cambios, con su misma función y habilitada para el acceso a personas vinculadas con las actividades portuarias.

El muelle de Calvo Sotelo solo mantendrá su uso portuario en el caso de escalas múltiples de cruceros, o en alguna escala especial que lo requiera. Junto a Batería, totaliza 80.000 metros cuadrados que quedarán a disposición de los coruñeses, con naves que suman cerca de 10.000 metros cuadrados construidos y que son susceptibles de acoger actividades culturales o recreativas. Se trata en cualquier caso de una situación provisional, a la espera de un acuerdo institucional que permita afrontar su urbanización definitiva con criterios urbanísticos acordes a su ubicación central en la ciudad.