Las visitas solemnes a grandes personalidades conllevan en ocasiones una parafernalia para lograr una instantánea semejante a la soñada toda una vida. Ocurre con aquellos que reciben la bendición papal, que conocen a su actor o deportista favorito o incluso el lugar que siempre han tenido de fondo de pantalla. En el caso de una familia de Novo Mesoiro, ese sueño cumplido tuvo lugar en Laponia, en la casa de Papá Noel, y ni siquiera entonces se olvidaron de reivindicar un barrio del que se sienten orgullosos y del que se acordaron a la hora de inmortalizar ‘el momento’. 

Enrique, Eva y su hija Eli se pasaron la víspera de la excursión a Rovaniemi, morada y taller del hombre encargado de repartir alegrías entre Nochebuena y Navidad, diseñando, dibujando y coloreando un gran cartel con el nombre de su barrio. La intención era, de alguna forma, acercar parte de la magia a sus vecinos, pero también dar visibilidad a una zona periférica en la que estas fechas son especialmente intensas. “Al llegar a la cabaña donde nos alojamos, la pequeña dibujó las letras, y luego las pintamos entre todos”, afirma Eva. “Decidimos hacerla en el pueblo de Santa Claus porque no hay otro lugar más navideño, y además es el punto por donde cruza el Círculo Polar Ártico”, añade. 

Navidad y Novo Mesoiro van desde hace años estrechamente unidas, en buena medida gracias a las iniciativas vecinales que apuestan por dotar a la periferia de luz propia. Y de ese esfuerzo nace también parte de la iniciativa de la familia. “Tenemos una amiga, Lorena, que forma parte de la asociación vecinal”, explican. “Es una enamorada de Novo Mesoiro y le encanta hacer barrio con planes chulos. Le llamamos la alcaldesa de Novo Mesoiro y, como es una enamorada de la Navidad, nos pidió un saludo desde allí, así que el cartel también fue por ella”, prosiguen. 

Finalmente, Papá Noel recibió a Enrique, Eva y Eli y aprendió más detalles sobre una zona en la que ya son miles de niños los que remiten misivas cada año. “El orgullo que siente la gente de este barrio nace de las mejoras y cosas divertidas que se buscan para las familias y los niños, es un ambiente de amigos y gente joven y vivir aquí es genial”, subraya Eva, que junto a su marido y su hija se lleva un álbum con viajes en trineo, auroras boreales, renos... y también el sello de Novo Mesoiro. “Nos encanta viajar en Navidad y siempre buscamos destinos con decoraciones bonitas, como Barcelona o Londres”, finaliza.