“A pelota está no campo do Concello”, sentenció Julio Ramilo, de la CIG. El presidente del comité de empresa de Ilunion Outsourcing, la concesionaria del servicio de conserjería municipal, está decidido a llevar adelante la huelga que paralizará gran parte de la vida deportiva de la ciudad este fin de semana. Estaban programados cerca de 170 encuentros de diferentes deportes y categorías y, gracias a los servicios mínimos, se podrán celebrar tres, pertenecientes a las categorías superiores. Y lo mismo ocurrirá la semana próxima.
El Ayuntamiento tiene más 80 conserjes, que son los únicos autorizados para abrir y cerrar los campos de fútbol y las otras instalaciones deportivas y la asamblea de trabajadores ha decidido no hacerlo como medida de presión para conseguir una subida de salario. “Nós gañamos de base menos que o salario mínimo interprofesional”; denuncia Ramilo. El trabajo de conserje obliga a echarle muchas horas el fin de semana en edificos casi vacíos, a veces terminando pasada la medianoche. Para este oficio se requiere paciencia, pero esta ya se ha desbordado después de años de espera. “Non hai outra forma que ir a folga”, insiste el portavoz.
La cosa viene de largo. Hace tres años, los bedeles comenzaron a negociar una subida de sueldo en un trabajo desagradecido y con pocos alicientes. “A xente cre que ves partido gratis pero non é un chollo, non tes un día libre. Son uns horarios bastante malos”, aclara Ramilo. Así que comenzaron a negociar una subida salarial en el convenio. Todo parecía ir bien al principio, aunque existía un problema. La concesionaria de entonces, Serviplus Total SL, estaba pendiente de un convenio: “Non chegaba nunca, e sempre nos dicían que nos subiría o soldo cando o fixera”. Así que introdujeron una cláusula según la cual el sueldo subiría con la llegada del convenio o en agosto de 2024, lo que llegara antes.
Aquello fue agosto el año pasado pero en noviembre, Serviplus decidió no continuar con la concesión, que el Ayuntamiento cedió a Ilunion de manera temporal, a la espera de licitar un nuevo pliego. Esta empresa también se mostró dispuesta a aumentar el sueldo a los trabajadores pero luego se echó atrás, alegando que el Ayuntamiento no está dispuesto a abonar esa subida. Según parece, un informe fechado del servicio jurídico municipal indica que los trabajadores no tienen derecho a esta mejora.
Ramilo lamenta que tanta gente se viera afectada por su huelga, que significará el cierre de quince instalaciones. Él mismo trabaja en el Palacio de los Deportes y conoce a entrenadores y jugadores de cerca, y hay mucha confianza entre ellos. “Dóeme decirlles que lles vou a fastidiar o partido”. Los servicios mínimos solo cubren unas pocas instalaciones: el Palacio de los Deportes de Riazor, el polideportivo de la Sagrada Familia y el campo de Fútbol Rodrigo G. Vizoso. El resto permanecerá cerrado y lo mismo el próximo fin de semana.