Próximamente comenzarán las obras en Fernández Latorre, que se humanizará con aceras más anchas al coste de unas cuantas docenas de plazas de aparcamiento. Para algunos, es un precio que vale la pena pagar a cambio de disponer de una calle más agradable por la que transitar, o incluso permanecer en ella. Para otros, más preocupados por el problema práctico de estacionar su coche, no es tan positivo. La postura oficial del Ayuntamiento es que no está obligado a proporcionar alternativas: si alguien se compra un coche, es porque tiene una plaza reservada donde guardarlo. Pero las estadísticas demuestras que eso, en realidad, es una rareza: cerca del 89% de los coches de la ciudad duermen en la calle.
Según las últimas estadísticas municipales, en A Coruña están registrados cerca de 143.237 vehículos, que suponen el 82% del parque móvil de la ciudad, puesto que hay que añadir motocicletas, furgonetas, etc. Hay que decir que es un número que ha ido creciendo levemente en los últimos años, incluso durante la pandemia. Los coches registrados habían caído después de la crisis de 2008 pero comenzó a recuperarse desde 2016 (cuando llegaron a 138.430 y la tónica sigue siendo la misma, a pesar de los mensajes de las autoridades a favor de formas de transporte más sostenibles, como el autobús o la bicicleta, que parecen no calar en la población, que sigue prefiriendo el coche.
Actualmente, y debido a la política de peatonalización y humanización que han encadenado varios gobiernos locales de distinto signo político, el porcentaje de plazas de aparcamiento por cada 100 turismos matriculados ronda el 16%. Pero esta cifra incluye tanto el estacionamiento en superficie (4.777) como en subterráneo (14.995) y de estos también se diferencian entre residentes y de alquiler horario. Pero las plazas de superficie solo hacen referencia a las plazas de zona azul o verde. Es decir, de pago de ORA o de residente. No existe una cifra exacta de cuántas plazas de aparcamiento no regulado hay en la ciudad, pero los técnicos municipales consideran, estimando los kilómetros de calle de A Coruña, que pueda haber unas 30.000.
El caso es que el porcentaje de plazas de aparcamiento por cada cien turismos no ha dejado de caer en los últimos años, aunque de forma leve. El Ayuntamiento, sin renunciar a sus políticas de peatonalización, que en gran parte ha heredado de gobiernos anteriores, trata de paliar el problema generando plazas de aparcamiento en zonas con espacio suficiente, cambiando la disposición de la plazas de en línea a en batería, y de paso, eliminando la doble fila, porque al estrecharse el carril impide el estacionamiento indebido. También, ocasionalmente, crea nuevos aparcamientos en superficie, pero esto solo es posible en la periferia: el mes pasado, la propia alcaldesa, Inés Rey, recordó que junto al parque de Adolfo Suárez se van a habilitar 203 plazas de aparcamiento.
No es de extrañar que, desde Monte Alto hasta Matogrande, pasando por Agra do Orzán, A Falperra, Oza, Cuatro Caminos, O Castrillón y Os Mallos, entre otros, sus representantes vecinales expresen su malestar por la situación actual y los proyectos futuros que implican la reducción de sitios para aparcar.