El número 34 de la calle de la Barrera tiene nombre propio y verá renacer, desde mañana, la legendaria tienda Chispas, que marcó durante tres décadas la vida de muchos coruñeses. Desde que cerró sus puertas en diciembre de 2021 el paso por esta esquina con la Estrecha de San Andrés no ha sido el mismo y no solo los clientes pedían su regreso. El carácter social de este establecimiento, unido a su contenido más alternativo, lo convirtieron en un icono del centro de A Coruña. 

En Chispas nada era imposible y entre sus paredes cabían todo tipo de productos que no se podían encontrar en ningún otro lugar. Todas las tribus urbanas tenían representación en este rincón de la Barrera, que también fue refugio para el colectivo Lgtbiq+. Además, fue el primer local en tener un escaparate con material erótico y su dueño se posicionó en contra de la guerra de Irak y clamó por la igualdad entre hombres y mujeres, entre otras muchas reivindicaciones.

Ahora, tras la jubilación del antiguo propietario, Mario Zareceansky, será Gabriel Fernández el que se encargue desde hoy mismo de la actividad de esta icónica tienda, donde ya trabajó durante diecisiete años, con el objetivo de continuar un legado que vuelve con más fuerza que nunca.  

Misma esencia 

“La línea va a ser más o menos la misma que antes del cierre, pero parte todo de cero. Hay cambios a mejor, como que ahora no estará todo tan lleno y la gente podrá mirar todos los productos”, asegura el nuevo propietario, que reconoce que es el momento perfecto para lanzarse a esta aventura. “Es lo que conozco y tengo mucha ilusión y muchas ganas, espero que la gente haya ahorrado este año para poder volver a visitarnos”, añade.

A Gabriel incluso le paran por la calle llamándolo ‘Chispas’. “Había gente que ya pensaba que la tienda era mía, después de diecisiete años trabajando aquí”, explica entre risas, mientras relata que ha recibido mucho apoyo por parte de otros comerciantes y vecinos de la zona. 

El nuevo Chispas no perderá su esencia. En sus estanterías habrá juguetes sexuales, accesorios para fumar, tazas, decoración, camisetas y un sinfín de propuestas. Además de los mismos productos, el renovado establecimiento tendrá el carácter reivindicativo de siempre. “Eso es prioritario, sino, no sería Chispas”, concluye.