Las máquinas llegaron esta semana a Payo Gómez, donde el Ayuntamiento reurbanizará la vía siguiendo la estela de otras actuaciones llevadas a cabo en el entorno de la plaza de Lugo, como la calle Betanzos o Compostela. Además, si se tiene en cuenta la reciente mejora de la calle Betanzos y las obras de San Andrés, Payo Gómez se encuentra en el medio de los 600 metros que separan una actuación de otra.
Esta vía tiene una singularidad: cuenta en la actualidad con dos carriles de circulación en dirección a la plaza de Pontevedra. Uno de ellos es en superficie, mientras que el otro sale del túnel de la plaza de Lugo. Este último se mantendrá operativo, mientras que el otro se suprimirá con el objetivo de ampliar las aceras y mejorar la accesibilidad. Se creará, a su vez, un parterre con árboles y mobiliario urbano. La concejala de Infraestructuras y Movilidad, Noemí Díaz, recordó que el mantenimiento del carril que baja por el túnel de la plaza de Lugo es “indispensable” para garantizar el trabajo diario de los profesionales del mercado municipal, así como para facilitar el desarrollo de las tareas de carga y descarga de mercancías en los bajos de la instalación.
Payo Gómez, además de contar con nuevas aceras y elementos urbanos, tendrá pasos de peatones elevados tanto en el acceso a la plaza de Pontevedra como en el cruce con la plaza de Lugo, una medida hecha para calmar el tráfico y aportar seguridad a los viandantes. Sin ir más lejos, Díaz, que no aclaró cuándo, dejó claro en diciembre que “nun futuro, a intención é que todos os pasos peonís sexan elevados”. Será un proceso largo, “pouco a pouco, comezando por aqueles que son máis conflictivos”.
Los operarios renovarán el pavimento de las aceras en esta céntrica vía. Al igual que se hizo en Picavia o Compostela, se dispondrá de nuevas losas de granito gris. Los informes técnicos de los servicios municipales apuntan a la necesidad de esta medida por la deterioración y erosión experimentados por estos materiales a lo largo del tiempo.
La concejala explicó que las medidas de calmado de tráfico, como los pasos de cebra elevados, se deben a su “identidade comercial”. “Tanto a praza de Lugo como as rúas da súa contorna están expostas a diario a un intenso tránsito peonil. Estudar os fluxos de mobilidade é fundamental á hora de acometer melloras tanto nunha rúa específica como nos barrios en xeral, e, no caso do Ensanche e máis concretamente a praza de Lugo, polo paso constante de peóns, visibilizalos e reforzar a seguridade viaria é clave”, concluyó.