Prácticamente un mes después del cierre de La Intrusa por parte del Ayuntamiento, adelantado por El Ideal Gallego, y a unos 60 días de que pueda reabrir sus puertas, el movimiento hostelero iniciado entonces sigue dando pasos al frente hacia la oficialidad y para mantenerse como interlocutor válido con el sector. Así, tras la tertulia celebrada el pasado domingo en el espacio ‘A Coruña Opina’ de Radio Coruña, el enfado entre los que lograron que Inés Rey abriese la puerta a modificar la normativa es considerable. 

Y es que para algunos de ellos la mesa de los estudios de radio fue una especie de fotografía previa a la anunciada mesa de negociación. En la misma se sentaron el concejal de Cultura y Turismo, Gonzalo Castro, la abogada Eva Arcos, los hosteleros Álvaro Veiga (Casto), Xabi Barral (La Barbería), la presidente de la Federación de Vecinos, Luisa Varela, así como el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Héctor Cañete. Si bien Veiga y Barral forman parte del grupo de ‘intrusos’ y el propio Barral ha sufrido en sus carnes el cierre de su establecimiento, desde el movimiento piden aumentar el protagonismo. “No nos sentimos representados por lo que dice la Asociación de Hostelería y no vamos de la mano”, afirma el representante legal, José López Balado. “Si quieren venir con nosotros por supuesto que los admitimos, al igual que a Galicia de Noite”, añade. 

La reunión que se celebrará la tarde del martes, a la que están convocados los más de 50 asistentes a la original de finales de febrero, tiene por objeto crear una nueva asociación con un objetivo “más amplio” y en el que la primera premisa será ser hostelero. Además, lanzan un mensaje al Ayuntamiento, al que solicitaron una reunión el pasado 27 de febrero. “Nosotros ya hemos solicitado nuestra propia reunión con la alcaldesa”, subrayan a la espera de una respuesta. En la tertulia de Radio Coruña Gonzalo Castro ya anunció que esa mesa de negociación se activará en las próximas semanas camino de una nueva normativa.

Ruido 

Uno de los conceptos sobre los que gira todo el debate es del ruido y hasta dónde puede llegar el trabajo de unos (los hosteleros) y qué pueden soportar o de qué forma pueden convivir con otros (los vecinos). “La normativa debe ser cambiada, en eso estamos de acuerdo todos. Por lo tanto, no entiendo por qué no se ha hecho nada en más de una década”, lamenta López Balado.

Finalmente, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería cree que existe una normativa europea y nacional al respecto, aunque según dice la nueva agrupación del sector incluso la de la Xunta es más permisiva que la coruñesa.