Durante años, el solar de Someso situado detrás del edificio de sindicatos se había convertido en un auténtico estanque que había llegado a atraer fauna: había bandadas de patos que anidaban en él, protegidos por la valla que rodeaba su perímetro y por la vegetación que había crecido salvaje a su alrededor Pero este mes ha comenzado a desaparecer: la propiedad del solar ha tenido que cumplir una orden del Ayuntamiento, que consideraba peligroso la gran lámina de agua verde.

La historia de este solar es uno de los últimos ejemplos de las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria, allá por 2008. El plan urbanístico preveía construir allí una torre de 17 alturas, que son habituales en Someso, pero CaixaGalicia pretendía llegar a las 32, lo que le habría permitido superar a la Torre Hercón que tiene 25. Pero solo se llegó a cavar el garaje el subterráneo antes de abandonar los trabajos.

A subasta 

Con cada lluvia, aquel socavón enorme se llenaba más y más hasta formar un enorme estanque de 484 metros cuadrados. El juzgado ordenó subastar el solar en enero de este mismo año, pero las pujas recibidas no alcanzaron los 6,2 millones de euros que se pedían para satisfacer la deuda con Abanca.
 

No era el único edificio paralizado que se había convertido en un estanque: algo parecido había ocurrido en la Sagrada Familia, donde el garaje subterráneo de un edificio en obras abandonado en el cruce de Nuestra Señora de Fátima, Cardenal Cisneros y Maravillas se había convertido en una piscina de varios metros de hondo. Pero la recuperación del sector provocó que se retomara la construcción mientras que, de momento, el solar de Someso seguirá siendo tan solo eso: un solar entre edificios.