La movilización vecinal que en la ciudad involucra cada vez a más barrios en pos de una mayor presencia policial en las calles ha tenido una respuesta directa por parte de los aludidos. Y es que durante la jornada de ayer varias de las asociaciones encargadas de promover una recogida de firmas al respecto recibieron una llamada desde de la delegación de Participación Ciudadana de la Policía Nacional. Se trata, según aseguran las propias agrupaciones, de la primera vez que existe un contacto tan directo entre ambas partes, aunque fuentes policiales apuntan a un movimiento dentro de la normalidad.
La noticia corrió como la pólvora a través de los grupos de mensajería que las asociaciones vecinales han creado para la puesta en común de sus inquietudes y demandas, y lejos de tratarse de una cuestión meramente formal ha tocado precisamente los puntos más sensibles de su día a día. Así lo reconocen los residentes de Novo Mesoiro, el barrio donde comenzó esa ola de movilización, tras los reiterados robos sufridos en sus garajes durante el último mes (hasta un total de trece coches en cuestión de tres semanas).
Según afirma Víctor Lamela, esa movilización, que dio lugar a una recogida que ya sobrepasa las 2.500 firmas pidiendo mayor presencia policial, llamó la atención de Participación Ciudadana: “Nos dijeron que somos muy activos y que funcionamos muy bien para denunciar los problemas, así que nos dejaron un número de contacto para informar directamente ante cualquier problema que observemos”. En la comunicación también hubo un llamamiento a la calma respecto a la cuestión de la vigilancia y la proliferación de ataques a los vehículos. “Nos comentaron que no es un problema solamente de Novo Mesoiro, pero que ya hay patrullas de paisano que actúan en la zona y nos dejaron también un correo electrónico para transmitir informes”, explica Lamela.
La recogida de firmas en Novo Mesoiro y la abrumadora respuesta por parte de los residentes ha generado también una especie de efecto llamada entre las demás asociaciones, que primero se involucraron como medida de solidaridad con el barrio periférico y posteriormente copiaron la idea para reivindicar algo parecido en su zona de actuación. Actualmente son siete las asociaciones que mantienen activa esa recogida en distintos puntos.
Una de las más activas es el Barrio de las Flores, especialmente sensible con temas de seguridad y que ha creado su propia patrulla vecinal. Según la Asociación Veciñal en Defensa do Barrio das Flores se ha mostrado tan efectiva que ha borrado de un plumazo cualquier conato de incidente y, además, ha despertado el interés de la propia Policía. “Nos invitaron a mandar informes, fotos y todo tipo de información que pudiera ser de provecho para ellos; estamos contentísimos y creemos que esto es una respuesta al éxito de las recogidas de firmas”, asegura la presidenta, Caluxa Barrientos. “Se han interesado por tiempo que llevamos operativos, qué necesidades tiene el barrio y nos han invitado a hacerles saber cualquier cosa que veamos en el barrio”, prosigue.
Se trata más de un gesto que de una medida concreta o un anuncio concreto. Sin embargo, ha sido acogido con especial ilusión desde todos los barrios.
La oleada de robos en vehículos se ha calmado últimamente, pero no la tendencia de los amigos de lo ajeno a entrar en los estacionamientos privados del barrio de Novo Mesoiro. El último caso tuvo lugar el pasado martes, en los apartamentos del número 34 de la avenida principal del barrio. Un vecino denunció a través de las redes sociales el robo de una bicicleta que estaba asegurada con candado en una de las plazas del garaje comunitario. Solamente unas horas después apareció en un descampado del barrio y con el amarre de seguridad totalmente roto, aunque sin desperfectos importantes.