Una masa social de al menos 7.500 personas comenzará a llegar cada 15 días a la zona del Recinto Ferial. Esas son las previsiones que maneja el Básquet Coruña con motivo de su histórico salto a la ACB, la máxima competición del baloncesto nacional y, según muchos, la alternativa mundial a la NBA. Sin embargo, la sed de baloncesto de élite será la única que podrán saciar de forma masiva, pues muchos de ellos se encontrarán con un problema recurrente para los habituales de los conciertos en el mismo recinto: la falta de establecimientos de hostelería en la zona.
Más allá de los que sufren esa carencia en las dos horas de ocio eventual en la zona, con ello tienen que convivir también los residentes en un barrio que crece hacia arriba, a base de rascacielos y torres de viviendas, pero en el que echan de menos mayor oferta del sector servicios. “En el barrio ahora mismo sólo tenemos la cafetería de Carrefour, además del Napolit proyectado en Espacio Coruña”, recuerda Lucía Fernández, presidente de la asociación vecinal Sector 7 Recinto Ferial. “Es muy difícil pensar en una solución, porque en las torres de alrededor realmente no hay bajos comerciales y la única alternativa es cuando se monta una pequeña barra fuera de Carrefour”, añade.
Por otra parte, además del impulso y el chute de orgullo ‘koruño’ que supone estar en ACB, el baloncesto profesional traerá otra solución a las demandas tradicionales de los vecinos. “Es súper positivo y dará visibilidad al barrio, pero llevamos dos años pidiendo mejoras en el entorno, o incluso en el propio ascensor. Desde 2022 hemos hecho varias peticiones vía registro para el techo del parking, las paredes o el propio ascensor”, agrega.
Encontrar un lugar para cenar antes o después del encuentro, o de un concierto, tampoco es una labor imposible, aunque sí requiere cambiar de barrio: cruzar la pasarela peatonal hacia Matogrande o dirigirse a uno de los establecimientos de Someso o en los alrededores de ExpoCoruña. Para quienes vayan con el tiempo justo o encuentren problemas de aparcamiento puede convertirse en un imposible
Según Héctor Cañete, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, la mudanza al Coliseum está lejos de ser una buena noticia. Es malo, porque se pierde el dinero que genera en la zona del Palacio de Deportes y Riazor no tiene nada que ver con el Recinto Ferial: allí aparcas, dejas el coche y te vas”, subraya. “No tiene nada que ver con ir andando”, agrega el hostelero, que también ve un punto negativo para el consumo turístico. “La gente que venga de fuera ya ni siquiera entrará en la ciudad”, pronostica.
Al igual que los vecinos, Cañete observa dificultades para observar inversores. “La zona es muy complicada y sin bajos comerciales: no genera atracción ni negocio para el resto del año. Se trataría de un consumo estacional, un fin de semana cada dos, y no puedes vivir de cuatro cafés”, lamenta.
La zona de Riazor vive en un estado de felicidad desde el ascenso del Depor, pero no se olvida del flujo de miles de personas que supondrá la ACB. “Ya hay más de 7.000 preinscripciones de socios y no deja de ser clientes que pierdes”, dice Álex Novo, de Jamonería Sieiro. Por su parte, Javier Veiga, del vecino Rompeolas, también está acostumbrado a dar de cenar a los que salen del Palacio de Deportes los viernes. “No es lo mismo que quedarte sólo con el fútbol”, matiza un bar también muy vinculado a la actividad del Liceo.
Y es que, a pesar de los nombres galácticos y de NBA que se han vinculado al futuro del Básquet Coruña, la realidad dice que lo de la experiencia gourmet se quedará en el parqué .