El comercio local comienza a despertar gracias al turismo que recibe la ciudad en las últimas semanas. Eso sí, la recuperación la lidera la hostelería, según apunta el presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC), José Luis Boado. “La movilidad turística está ayudando mucho a ambos sectores y las ventas están aumentando”, dice.

Los establecimientos de productos de primera necesidad, como alimentación, se encuentran en un mejor momento y han logrado sobrellevar el huracán que provocó el aumento del coste de los suministros. “El resto de comercios van un poco más lentos, pero todo el tema del alza de precios ya lo hemos asumido, aunque ahora hay menos coches por la ciudad circulando, así que todavía queda tiempo para ver una recuperación total”, comenta Boado.

La restauración, sin embargo, vive un buen momento y parece que ha dejado atrás lo peor de la pandemia. El buen tiempo y la llegada de cruceristas, entre otros, hace que las terrazas estén llenas, sobre todo en el centro de la ciudad.

Verano

Tras el Día de la Madre, que sirvió como punto de partida de cara a la mejoría del sector comercial, ahora se adelantan las compras de verano, que están comenzando a funcionar bien.

El tesorero de la FUCC, Abel Caballero, recuerda que el comercio de proximidad no solo está al alcance de los coruñeses en fechas puntuales, sino que “cada día resistimos, seguimos ahí y continuamos aportando. Cuando las personas quieren un regalo realmente original y que sea diferente, no quieres comprar donde tienes mil productos iguales, por lo que es necesario cuidar a las tiendas de barrio”.

Para afianzar una buena tendencia, los comerciantes seguirán insistiendo en crear un banco de locales que se pongan a disposición de la gente para que puedan arrendarlos a precios razonables. El presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa relata la dificultad que viven a día de hoy entornos como la calle Real o la calle de la Torre, donde el cierre de establecimientos es cada vez mayor.

“Los alrededores de estas zonas se están vaciando y, además de por los precios, aquí también tiene mucho que ver la falta de aparcamiento”, considera. La concejala de Comercio, Diana Cabanas, comentó este jueves, en el pleno municipal, que Novo

Mesoiro es el barrio de la ciudad en el que hay menos bajos comerciales vacíos.

Según José Luis Boado, esto tendría una explicación, y es que “al estar en las afueras los precios son más bajos y los vecinos compran allí porque es más cómodo no tener que desplazarte a la ciudad para hacer recados”, explica.

Las asociaciones, por su parte, desarrollan campañas comerciales para tratar de impulsar las ventas. Es el caso de Guerrilla dos Mallos, que mediante el “Pasaporte Guerrilleiro”, los clientes del comercio local y hostelería de Os Mallos pueden optar a premios en los próximos dos meses y medio gracias a esta iniciativa, que celebra su tercera edición bajo el lema “Eu merco no barrio. Agora máis que nunca”.

El objetivo es resaltar las virtudes del comercio de proximidad y su importancia en el tejido de la ciudad, así como su importancia en la economía de la misma.