La guionista Alicia Palmer y la ilustradora Weronyka Hanczyc se conocieron trabajando juntas en un proyecto de la editorial Cascaborra sobre Emilia Pardo Bazán. Fue a raíz de ese trabajo que la editorial les propuso extender su colaboración y les planteó nuevos proyectos, uno de los cuales llamó su atención.
“A mi el tema batallas y luchas me echaba para atrás, pero cuando me dijeron la expedición de la vacuna y justo habíamos pasado la pandemia, empecé a documentarme sobre Isabel Zendal y vi la ignorancia que tenemos sobre esta mujer”, apunta Alicia Palmer, encargada del guión del nuevo cómic de Cascaborra sobre Isabel Zendal y la expedición Balmis de la vacuna de la viruela, ‘Carga Vital’.
Tanto Palmer como Hanczyc explican que el mayor trabajo fue el de documentarse sobre la expedición y todo lo que la rodeó: desde el hecho histórico en sí mismo, hasta los detalles de la época. Precisamente, la ilustradora explica que tuvo “la suerte de haberme topado con un foro de gente que hace maquetas de barcos, eso fue una mina, porque pude tener una idea en 3D de cómo eran”. En el caso de Palmer, la documentación se extendió en el tiempo durante dos años: “Estaba muy dispersa y fue complicado”, porque, además, el viaje ”se subdivide en varias subexpediciones”.
Se encontró grandes fuentes de información en Trabajos de Fin de Grado de Enfermería y Pediatría. Otra de las grandes fuentes fue la obra del periodista Antonio López Mariño, ‘Isabel Zendal. La madre de todas las vacunas’. Por el camino, Palmer ha tenido que aprender, incluso, parte de la normativa que regía a bordo de los barcos: “Ha estado entretenido”, asegura entre risas.
Palmer explica que Zendal entró en su radar durante la pandemia, ya que ella vive en Madrid y vio de cerca todo lo que surgió en torno al hospital del mismo nombre. Hanczyc, por su parte, asegura que “la fui descubriendo desarrollando este proyecto, no tenía ni idea de la expedición”.
“Lo de la expedición y el tema de la vacuna creo que la gente lo está descubriendo ahora”, indica Palmer, que se muestra sorprendida por el desconocimiento sobre este hecho histórico. “Esta expedición detuvo la pandemia de la viruela, porque estaba vacunando sin discriminar, eso deberíamos estudiarlo en las escuelas”.
Así, han creado una obra que apela tanto a niños como a mayores: “Con este tipo de historias es más fácil, porque no dejan de ser aventuras”, apunta Palmer, que añade que quizá las partes que involucran a Carlos IV o los entresijos políticos “los jóvenes los leen por encima”.
“El hilo conductor son un par de niños, uno de ellos el hijo de Zendal”, indica Palmer, que detalla que se mezclan “todo lo militar y la campaña en sí”, con los niños que portaban la vacuna, “que van descubriendo el mundo y se extrañan de todo”, todo ello, con “Isabel Zendal como punto de conexión”.
En el apartado artístico, Hanzcyc, afincada en Galicia desde hace muchos años, explica que utiliza un trazo “más grueso” y que se decidió centrar más “en el color que en la precisión de los dibujos”.