No hay mejor broche final de las navidades que el tradicional roscón de Reyes. Así lo piensan muchos de los coruñeses que llevan haciendo cola en las confiterías más famosas de la ciudad durante estos primeros días del año. No obstante, comprar el roscón a última hora sigue siendo un clásico de la mañana del día 6.
No fueron ni una ni dos las personas que optaron por hacerse con este postre típico el propio día de Reyes. A veces, por falta de previsión, otras, sin embargo, porque así lo llevan haciendo toda la vida. “Prefiero hacer cola toda la mañana de Reyes que ir días antes, así se hizo siempre, y así seguirá”, comenta Armando Anido, un ‘eufórico’ del roscón, como él mismo se define.
Y es que hay varios aspectos detrás de este famoso postre que da la despedida a las vacaciones de Navidad. En primer lugar, cada vez son más las personas que lo compran con antelación, bien para evitarse colas y congelar el producto, o directamente para poder comerlo durante toda la semana previa. Otras, más fieles a las tradiciones, acuden a la confitería y lo consumen el mismo día santo.
No obstante, cada vez son más las personas que hacen cola por hacerse con este preciado producto, aunque debido a la gran expectación, parece digno de un manjar de dioses. Las colas, lo peor. Así lo manifestaron algunos de los que no quisieron perder la oportunidad de hacerse con el roscón.
“Hubo un año que bajé por la mañana con la comida, el termo de café y una silla, y no volví a casa hasta las 20.00 horas de la tarde”, destacó un cliente habitual de Flory, que junto a Glaccé, son las dos confiterías más famosas de la ciudad coruñesa, por lo menos, en lo que a la venta de roscones respecta.
Varias horas de cola son las que han tenido en vilo a los que aguardaban hacerse cuanto antes con el roscón. Sobre todo, en Glaccé. Esto se debe a que la cantidad de clientes fue tanta que el sábado pasado la confitería ubicada en la plaza de Vigo se quedó sin existencias antes de las 13.30 horas, teniendo que cerrar el local hasta el día siguiente.
Otro aspecto a tener en cuenta es la subida en el precio de este producto. Según un estudio realizado por EAE Business School, el roscón es un 3% más caro este enero, en relación al año pasado. La subida se nota.
En Glaccé, halagada constantemente por su gran calidad, sobre todo, a la hora de elaborar este producto, también se nota la subida. Por lo menos, así lo contaron algunas de las personas, que un año más, siguen optando por la céntrica confitería: “Cada vez es más caro, además, como va por peso, poco puedes hacer”, explicó un cliente del establecimiento.
“Hubo un año que bajé por la mañana y no volví hasta las 20.00 horas a casa”, explicó un cliente habitual de Flory
Quizá por esto, o por buscar la variedad, muchas otras personas buscaron hacerse con otros postres, aunque la mayoría, con mayor previsión.
Confitería París, Habaziro, Boas Migas o La Tahona son algunos de los locales que ofrecieron durante estos días postres como las pastas de guinda con almendra, panettones, o turrones artesanos de frutas, praliné o chocolate.