Una de las reivindicaciones más habituales de los vecinos de Novo Mesoiro es la de equiparar sus servicios y comodidades a los de un barrio del centro. La nueva inauguración hostelera, para muchos, cumplirá con creces parte de esa demanda, aunque en honor a la verdad sería más correcto encuadrarlo dentro de la categoría pequeños placeres o caprichos. Sea cual sea la denominación, desde el jueves el barrio tiene un poco más de sabor y vida, gracias a la inauguración de A Eira, en el número 11 de la calle Ribeira Sacra. 

Se trata de un sitio difícil de clasificar, que entra por los ojos y que tiene una oferta tremendamente ecléctica. “Vamos a vender pan y bollería saludable, aunque evidentemente tendremos Estrella, porque estamos en A Coruña”, anuncia la gerencia. “También tendremos frappes, smoothies, crepes, gofres, chocolate con churros y helados artesanos de Puerta Real. Es llevar a la zona un tipo de cafetería relajante y que le dé un toque diferente”, añade. Y lo cierto es que lo de relajante parecen haber sido una de las preferencias en el diseño, porque el local evoca un lugar para eso que los modernos llamarían “estar de chill”: 135 metros cuadrados con sofás, espacios abiertos y hasta una terraza interior.

“Es algo diferente, sobre todo en esta zona. A lo mejor pegaba más en un otro sitio de A Coruña, pero ahí entramos todos los que vivimos aquí: había que dar algo distinto para poder tomar un helado, un batido o un chocolate con churros sin tener que ir a Cuatro Caminos o al centro”, indican desde la propiedad, cuyo objetivo siempre ha sido cubrir una necesidad que detectaba entre sus vecinos.

Solamente han hecho falta unas horas de vida del nuevo establecimiento para comprobar en qué manera cubre una necesidad no vital en el barrio. Y es que, entre el buen tiempo, las altas temperaturas y la alta población infantil los helados fueron durante la tarde inaugural la comanda estrella. 

Nacimiento

Detrás de conceptos como gerencia o propiedad está la voluntad de anonimato de los propietarios, totalmente ajenos hasta ahora al mundo de la hostelería. De hecho, el nacimiento de la idea surgió durante una conversación postpartido entre Óscar, entrenador del Mesoiro FC, y María José, una de sus jugadoras. “Yo soy arquitecto técnico y él instalador de maquinaria de clima, pero ahora los dos controlamos como nadie de pan y bollos”, bromea la futbolista y empresaria. “El equipo del barrio está ahí y los dos vivimos en la zona y conocemos sus necesidades. Veíamos a la gente joven desplazándose para tomar un chocolate o tranquilamente tomando un helado que no sea uno de esos congelados. La idea es que no haya que bajar a A Coruña para nada y revitalizar un poco la zona de arriba del barrio”, subraya.

Dividir Mesoiro por la mitad es algo habitual para los residentes. Mientras en los primeros portales de la avenida se suceden A do Cuñado, O Roncudo, Döner Kebab, El Columpio o Mi Barrio, en las calles superiores la Cervecería Mesoiro, pionera en la hostelería del barrio era hasta ahora el único punto de avituallamiento para las calles Fragas do Eume y Ribeira Sacra. Ahora les toca a ellos disfrutar del establecimiento ‘molón’ y de la novedad.

No se trata de la única apertura que se producirá en la calle Ribeira Sacra en las próximas fechas, ya que también están proyectados una oficina y una panadería. Y todo ello mientras los que lleguen de otros barrios coruñeses tendrán que lidiar con el ‘peor parking de la ciudad’ para poder estacionar sus vehículos. Y evitar sufrir daños.