Hay cambio de ciclo en la dinastía tortillera de la ciudad. Y es que, por primera vez según los más viejos del lugar, una propuesta cebollista conquistó el corazón del jurado profesional del concurso de tortillas de O Castrillón, algo así como la Champions de la especialidad. Ángel Lorenzo, un biólogo con varias maratones finalizadas a sus espaldas y que además de cebolla empleó patatas y huevos de Herbón, se impuso en la XV edición, la de los 51 participantes y 300 espectadores. “Unha destas é o que se necesita para correr a maratón”, bromeó mientras recogía su premio de 150 euros y la viradeira de olería de Buño (la que hace la veces de la ‘Orejona’). Completaron el podium Jani García, segunda clasificada, y Andrea Fernández, medalla de bronce.
Vecino del barrio, pero natural de Padrón, el ganador incluso se acordó de su suegra al recoger el galardón. “As patacas e os ovos son seus, pero é que a cebola é innegociable, indispensable”, advirtió, quizás consciente de la labor social que acababa de realizar para un colectivo que se siente en ocasiones marginado socialmente en la oferta hostelera.
Que la cifra de 47 contendientes iba a quedar superada era fácil de intuir echando un ojo a la cola de inscripción en la hora previa al concurso. Y es que, a pesar de ser el de tortillas ya un clásico en las fiestas de cada barrio, el de O Castrillón tiene un aire de solemnidad: para darse de alta es necesario el DNI, el barrio de procedencia y ajustarse a unas bases muy concretas. La organización hizo la vista gorda con el participante número 51, que arribó fuera de tiempo y alegó que se había desplazado a propósito desde fuera de la ciudad. A petición popular fue aceptado, aunque con reservas. “Agora a súa ven quentiña”, murmuró un ‘rival’.
Por muy tortillero que uno sea se hace imposible probar 51 porciones a las siete de la tarde y a pleno sol, por lo que los representantes de Árbore da Veira, El de Alberto, Pulpeira de Melide, Bido, O Secreto, Asador Coruña, Eventos Alborada y Taberna da Tabacalera decidieron dividirse por mesas y que cada uno plantease una candidata para la mesa final.
“¿Cuál era la de cebolla?”, preguntó uno de los jueces. Y todos apuntaron a la de Ángel con gesto goloso. El resto es ya historia del tortillismo koruño. Y es que, si los americanos llaman campeón del mundo al vencedor de la NBA, ¿por qué no decir que la de Ángel es la mejor tortilla posible?
El campeón se fue corriendo, como a él le gusta, pues ahora le espera seguir preparando su próximo objetivo: la maratón de Chicago.