Están curados de espanto y el listón para la sorpresa de los vecinos se sitúa cada vez más arriba. Sin embargo, el desprecio a las normas por parte de algunos conductores sigue generando situaciones surrealistas en el Recinto Ferial. El último ejemplo tuvo lugar en la tarde del domingo y con una rotonda de por medio: ni la señal de prohibido ni la señalización pintada fueron capaces de informar o disuadir a un conductor que no es que hiciera un sinsentido, sino que escogió el sentido incorrecto de la ruta. 

El vehículo en cuestión tomó como alida d ela rotonda de Espacio Coruña un carril que en realidad era solamente de entrada. No pareció extrañarle ni siquiera el hecho de que dos vehículos, estupefactos, se incorporaban de frente y tuvieron que apartarse para evitar un disgusto. 

La vicepresidenta de la asociación vecinal, Lucía Fernández, fue una de las residentes que alucinó con algo que, si no fuera tan serio, ya se toman como un pasatiempo de domingo. “Si la señal vertical de prohibido y los cedas no son suficentes pasa esto”, ironizaba en redes sociales. “Empezamos a tener la teoría de que cuando la gente entra en el barrio le da un 'pa allá'”, añade. 

Afortunadamente, el conductor sólo pareció perder el norte en esa situación y, esta vez, el susto se quedó en anécdota con suspense.