El conflicto con el sindicato STL: quince años de desencuentros

El conflicto con el sindicato STL: quince años de desencuentros
Un contenedor quemado durante la huelga de este verano | Patricia G. Fraga

El Sindicato de Trabajadores de Limpieza (STL) es una entidad local, con pocos afiliados, pero muy importante porque controlaba hasta hace semanas el comité de empresa del servicio de recogida de basura y de limpieza viaria. Su fundador y secretario general es Miguel Áncel Sánchez Fuentes. Sus detractores le acusan de métodos poco limpios y fue despedido por PreZero el pasado mes de agosto. 


Controlar el comité de empresa de la recogida de basura le había otorgado un poder desproporcionado a STL, que usaba para presionar a la concesionaria y al Ayuntamiento, incluso varias veces al año. Este verano estuvo marcado por el conflicto de la recogida de basura: comenzó en San Juan y terminó cuando la regidora decretó la emergencia sanitaria y recurrió a Valoriza para realizar el servicio de recogida de basura. No es la primera vez. La alcaldesa, Inés Rey, ya había declarado la emergencia sanitaria el 28 de febrero de 2022. 


Lo acontecido este verano, sin embargo, no tiene precedentes. La huelga de los basureros fue la más larga que se ha producido jamás en este servicio vital. La regidora aseguró después que no se cedió a los chantajes, ya que, argumentó, no se trataba de una huelga para defender en derecho laboral de los trabajadores.

 

Victoria del Ayuntamiento

El 9 de agosto fue la primera vez que STL abandonaba la protesta sin conseguir por lo menos parte de sus reivindicaciones, lo que supone un cambio de paradigma importante. Ni siquiera pudo conseguir que la empresa retirase las sanciones con las que castigó a los trabajadores por incumplimientos a la hora de ejecutar su trabajo, ni tampoco readmitir a los despedidos. En este sentido, se puede entender como una victoria del Ayuntamiento frente a un sindicato, el de STL, que controlaba el comité de recogida de basura desde hace más de quince años, a lo largo de los cuales había entrado en conflicto en 21 ocasiones. Ni los desperdicios que llegaron a amontonarse hasta el punto de impedir el paso por las aceras, ni los más de 150 contenedores quemados (algo que STL ha condenado siempre) sirvieron de nada. Ni Ayuntamiento ni empresa cedieron en esta ocasión. Ni siquiera las protestas del comité de empresa, que siempre insistió en que Prezero no cumple las condiciones del convenio ni tampoco el pliego de condiciones de la concesión, sirvieron de nada.


STL siempre se ha desmarcado de las quemas de contenedores, algo que también hizo el día 2 de este mes, cuando aparecieron calcinados cinco camiones en la nave de PreZero. 

El conflicto con el sindicato STL: quince años de desencuentros

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