Tirar hacia delante y ponerse el mundo por montera debería estar tatuado a fuego en las paredes de 15cero11, una minúscula tienda de ropa de la calle del alcalde Canuto Berea que, sin embargo, encierra una enorme historia de ambición. Inaugurada hace apenas dos semanas, se trata del proyecto personal de dos emprendedoras cansadas de sentarse a ver pasar el tren y que, gracias a la confianza mutua, han decidido convertirse en dueñas de su propio destino por primera vez a los 50. “Estábamos en casa, con dos hijos mayores ya, así que nos dimos un apretón de manos y decidimos hacer algo juntas”, recuerdan las empresarias.
Ana García y Susana Martínez son dos mujeres hechas a sí mismas, tanto en el sentido figurado como en el literal. Como concepto encajan perfectamente, después de dar carpetazo al paro y decidirse a montar su propia tienda. También el hecho de que se hayan puesto pico y pala desde los cimientos le da más empaque si cabe a su historia. “Éramos como las mellizas de la tele que reforman”, bromean. “Nos dio por hacerlo nosotras para ahorrar, pero también porque no encontrábamos a nadie que nos hiciera una reforma en 15 metros cuadrados. Además, a las dos se nos da bien, por lo que sólo necesitamos pintura, una brocha y un martillo”, añaden. Así es como dos extrabajadoras del sector del comercio, convertidas en amas de casa en los últimos años, se convirtieron en empresarias. Después de un mes y medio el antiguo almacén de zapatería era ya una tienda multifunción especializada en modelos únicos.
Y es que uno de los rasgos distintivos de 15cero11 es precisamente la intención de que cada cliente salga de la tienda convertido en un modelo único en el mundo. “Vendemos ropa de mujer, así como complementos hechos a mano por dos chicas de A Coruña, bisutería con polímero y miyuki, entre otras cosas”, repasan. “También ofrecemos calzado mexicano, bolsos de una tribu de Colombia hechos a mano y, próximamente, intentaremos sacar nuestra propia línea de ropa. No queremos que todo el mundo vista igual, así que cada prenda es exclusiva y no te vas a encontrar a nadie más con ella”, prosiguen.
El único pero a la aventura idílica que parecen vivir lo pone el gigantesco andamio que resta visibilidad a los escaparates.
Instaladas en pleno cruce de la plaza de la Galera con la calle Real, el nombre de 15cero11 no hace referencia a las dimensiones del comercio, sino al código postal de Los Rosales, su barrio. Después de unos primeros días ilusionantes de haber levantado con sus propias manos una empresa, tanto Ana como Susana dicen sentirse aliviadas: “Es difícil encontrar trabajo a esta edad, las generaciones jóvenes vienen pisando fuerte”.
Y si lo hacen con calzado de 15cero11 contribuirán además a la causa de Ana y Susana.