Resulta difícil poder hacerse una idea de que el tradicional Entroido coruñés no se vería afectado por la meteorología, por lo menos, por la mala. Y es que este mes de marzo empezó igual que terminó febrero, con calor. Tras su inicio, llegó con él el fin del invierno climatológico –período que comprende desde el 1 de diciembre hasta el 28 de febrero–.
Y, con una temperatura media de 12,7 grados, este 2024-25 se coloca en lo más alto de los inviernos más calurosos desde hace casi un siglo, 1931, primer año en el que la Aemet tiene registros en el Observatorio del Agra do Orzán.
Y es que nadie sabe cuándo va a ser el momento en el que la ciudad deje de registrar récords. El último, el conseguido el pasado 24 de febrero, día en el que la urbe acumuló un total de 68,2 litros por metro cuadrado en apenas doce horas, lo que provocó que haya sido el día de febrero más lluvioso de la serie histórica.
No obstante, este segundo mes del año vuelve a entrar en otro ránking más, y como el protagonista es el calor, tenía que situarse en el de los cinco más cálidos de la serie histórica, con una media de 13,2 grados. Con este, ya son cuatro de cinco los años que completan el top de este siglo.
Y es que cada vez inunda menos la estupefacción de los coruñeses al sentir altas temperaturas en estos meses del año. El invierno pasado, ya registró temperaturas que parecían difíciles de superar o que, por lo menos, se pudieran repetir a corto plazo.
Con una temperatura media bastante elevada, este invierno 2024-25 colidera con el pasado curso 2023-24 el top 5 de los inviernos más cálidos de la serie histórica.
A diferencia de febrero, los inviernos que se sitúan por debajo de 2024 y 2025, solo distan de pequeñas décimas. El curso, 1989-90, registró una temperatura media de 12,6 grados, consolidándose por encima de 2007-08 y 2015-16, con 12,5 y 12,4 grados de media, respectivamente.