A Coruña convirtió Eirís en su 'Strawberry field'

La Festa da Fresa batió el récord histórico con un reparto de más de 210 kilos
A Coruña convirtió Eirís en su 'Strawberry field'
El reparto se extendió durante más de una hora debido a la enorme cola | Quintana

“Outros reparten polbo ou churrasco, pero tamén hai que sanear un pouco, non todo vai sergraxa”. No le falta razón a Suso Prado, expresidente vecinal y alma mater de la versión reciente de la Festa da Fresa de Eirís, a la hora de marcar la diferencia respecto a otras celebraciones de barrio. Sin embargo, pocas le ganan a ‘enchenta’ y empacho a la más light de las celebraciones gastronómicas, que este año se superó a sí misma: fueron un total de 210 kilos repartidos entre los miles de asistentes que pacientemente hicieron cola para hacerse con un vasito. Fue más del doble que el pasado año.


Decía Geixade, el proveedor abegondés, que había sido una temporada de escasez. “¡Carallo para o ano frouxo!”, exclamó una de las voluntarias que durante toda la parte de dedicaron a desembolsar y envasar, en el sentido literal de la palabra. “Non chegan os vasos, e iso que había pouca fresa”, comentaba otra de las vecinas, preocupada porque quienes durante un buen rato habían hecho cola se quedase sin su ración. 
Ayudaron en las labores de preparación tanto la concejala de Hostelería, Diana Cabanas, como el teniente de la alcaldesa, José Manuel Lage. Vaya por delante un reconocimiento a la impecable labor de todos y el ejercicio de autocontrol, pues durante la manipulación de un producto ‘goloso’ a simple vista no se fue la mano ni a la primera fresa. Y quien fríe patatas, por ejemplo, sabe cuánto cuesta. 

 

 


A la hora más coruñesa posible, las 19.06 de la tarde, se abrió la valla. No hubo momento ‘Walking Dead’ y sí un alarde de civismo por parte de los vecinos de Eirís y alrededores. Loli y su hija Tamara fueron de las primeras en probar. “Están riquísimas, como siempre, tienen un aspecto maravilloso”, apunta, mientras busca un espacio en el césped para sentarse a recogerlo. Puesta en marcha la maquinaria, la cola parece una serpiente mecánica que repta del parque a la cúpula. El movimiento es constante, hasta que media hora después de abrir la veda parece aumentar el tamaño de la demanda.


Todos servidos 

No quedó nadie atrás y, a ojos de Mónica Díaz, presidenta vecinal, alguno incluso tuvo ocasión de repetir durante el largo reparto (más de dos horas). Acompañaron el clima y las provisiones para hacer hueco hasta una verbena que extendió la jornada hasta pasadas las 01.30 horas.


A Coruña ya tenía una estatua a Lennon y la banda tributo a The Beatles Chema y los saltamontes, pero Eirís ya es la otra ‘Strawberry fields’ (campos de fresas). 

A Coruña convirtió Eirís en su 'Strawberry field'

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