Una buena granizada. Eso es lo que cayó en A Coruña alrededor de las 12.35 horas, cubriendo las calles y coches de blanco.
Los transeúntes, que no contaban con semejante suceso, se agolpaban en los soportales y se cubrían con sus paraguas ante la fuerza del granizo.
En cuestión de dos minutos, las calles herculinas fueron testigo de los últimos coletazos de Eowyn y la llegada de Herminia, la cual trae consigo una alerta roja para este domingo.