A Coruña insólita | El túnel que iba desde Fox Trot hasta Chaston

A Coruña insólita | El túnel que iba desde Fox Trot hasta Chaston
La entrada a Chaston, en una foto tomada este domingo / Carlota Blanco

De túneles y pasadizos está la historia llena. Desde las vías de escape de algunos castillos, pasando por las oscuras conexiones que enlazaban conventos donde profesaban los hombres a los que ocupaban las mujeres o, ya en tiempos más modernos, los que unían los hoteles donde se iba con la esposa a los que utilizaban para alojarse las amantes. En el capítulo de curiosidades coruñesas también hay uno que comunica algo mucho más moderno: dos discotecas.  


El túnel que unía Fox Trot y Chaston era un secreto a voces. Eran muchos los que hablaban de él pero pocos habían sido los elegidos para verlo. Lo cierto es que, lejos de ser una leyenda urbana, quienes aseguraban que existía están en lo cierto.

 

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Un grupo de jóvenes, a las puertas de Fox Trot, en los años noventa / AEC


De Juan Flórez a Costa Rica 

Las dos discotecas estaban ‘adosadas’, como si estuvieran colocadas espalda contra espalda. Chaston tenía (y aún tiene) su entrada en el número cuatro de la calle Costa Rica, mientras que Fox Trot, hoy ya cerrada, estaba ubicada en Juan Flórez, en el número 58.


Ambas discotecas eran de la misma familia aunque con conceptos diferentes. Chaston era más moderna mientras que Fox Trot funcionaba más bien como una sala de baile, tal y como sugería su nombre, y estaba destinada a un público de mayor edad. Esto acabaría cambiando con los años, cuando se transformó en Dino Fox. Fue durante su última etapa, antes de echar el cierre, hace ya más de quince años.


De servicio 

El hecho de que ambos negocios estuvieran gestionados por familiares fue lo que permitió que se mantuviese la conexión entre los dos locales. Y la forma elegida fue precisamente este túnel.  


Era una forma muy cómoda de transportar mercancía y de gestionar la logística para el personal de las dos discotecas, que eran quienes tenían vía libre para poder moverse en este lugar. El resto, habían oído hablar de él y, en algunos casos, muy restringidos, de clientes especiales, también habían podido entrar en el famoso túnel. Quienes se movían entonces por aquellas discotecas recuerdan que era un secreto a voces. 


Una óptica 

Con la caída en desgracia de las grandes salas de fiestas y las discotecas, Fox Trot cierra sus puertas. El local estuvo muchos años en alquiler hasta que alguien tuvo visión de negocio y decidió transformarlo en algo completamente diferente. Hoy en día, el número 58 de Juan Flórez está ocupado por un establecimiento que nada tiene que ver con las bolas de espejos, ni con gastar pista ni con la música más bailable, sino algo mucho más prosaico: una óptica.


En la parte de atrás sigue estando Chaston, que ha vuelto a reabrir renovado y con una gran acogida. En esta nueva etapa, apuestan fuerte por  la música en vivo para los sábados y, aunque ha sido rebautizado como The Clab, mantiene el nombre de siempre para las sesiones de los domingos, destinadas a mayores de 55 años. 


Tras la reforma para convertir la discoteca en una óptica se perdió la conexión entre ambos locales. Chaston siguió funcionando durante unos cuantos años más, antes de la última reforma. El pasadizo fue tapiado y ya no es posible acceder, aunque todavía puede verse el lugar por donde se entraba, en el almacén donde guardan las bebidas. Apenas un pequeño rectángulo en la pared permite intuir cómo era el acceso, que ya no está practicable. El túnel que conectaba Fox Trot y Chaston ya es historia. 

A Coruña insólita | El túnel que iba desde Fox Trot hasta Chaston

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