Si hay un punto en la ciudad donde nostalgia y emprendimiento se dan la mano, al menos durante esta semana, ese es el mercado de San Agustín. En las faldas del edificio proyectado por Santiago Rey Pedreira y Antonio Tenreiro  Gadis reinauguró, el pasado miércoles, el emplazamiento del primer supermercado de la ciudad. Hoy mismo, aunque de forma privada, comenzará su andadura Milata Bonita, el primer negocio de hostelería en la calle Pío XII. Detrás del nombre  muchos cinéfilos y lectores compulsivos encontrarán un guiño en forma de calambur a la icónica expresión de Paco Rabal en la película ‘Los Santos Inocentes’, sobre la obra homónima de Miguel Delibes.

Milata Bonita es un moderno espacio de toda la vida, uno de esos rincones que invitan al vermú, el terraceo y el pinchito sin necesidad de encender un fogón. De hecho, en el interior la cantina se convierte en tienda y todo lo que se consume se puede comprar también para llevar. Unas ideas tan claras sobre el target y el tipo de establecimiento no ocultan, no obstante, los nervios de una debutante en esto del emprendimiento. Victoria Díaz, una empleada de hostelería durante buena parte de su trayectoria laboral, se ha decidido a trabajar para sí misma y embarcarse en una aventura en la que llevará todo el peso. “Decidí emprender porque tengo una edad y parece que los que llegamos a los 50 estamos desaparecidos para esto”, bromea. “Me apetecía aventurarme y dar este paso”, agrega. 

Conservas 

El propio nombre de la tienda descubre una de sus grandes apuestas: la conserva que acompaña la vermutería y la vinoteca: desde ventresca a mejillones o anchoas, pasando por gildas y aceitunas. Un clásico que parecía haberse perdido en el tiempo y por el que los hipsters han hecho una loable labor de rescate para el resto de los mortales. 

Durante la jornada de ayer Victoria daba los últimos retoques a su desafío más personal, en la antesala de lo que serán sus primeros servicios. “Deja constancia de que el acto es privado, que la apertura pública será el lunes”, indica la que es una de las mujeres responsables de los bajos de San Andrés, un espacio que se conjuga únicamente en femenino. La licencia llegó, en este caso, el pasado mes de marzo.
Milata Bonita abrirá de lunes a sábado de 11.00 a 17.00 horas y cerrará domingos y festivos.