A Coruña tiene cuatro veces menos parcelas urbanas sin edificar que Vigo

El 19% es propiedad de la Administración; el 27%, de personas jurídicas; y el 54%, de personas físicas
A Coruña tiene cuatro  veces menos parcelas urbanas sin edificar que Vigo
Una parcela en A Zapateira | Javier Alborés

A Coruña tiene 17.344 parcelas urbanas. De las principales ciudades gallegas, solo Ferrol está por detrás, con 15.035. Vigo se lleva la palma, con 56.282; Santiago tiene 24.883; Ourense, 24.675; Lugo, 21.905; y Pontevedra, 19.494. Ante la próxima modificación de la Ley del Suelo en España, que se hará a través de un anteproyecto de ley por el que se modifica el texto refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, desde la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) señalan, además, que A Coruña tiene cuatro veces menos parcelas sin edificar que Vigo. En concreto, la primera tiene 3.464, y la segunda, 14.804. Santiago, por su parte, cuenta con 7.490, seguida de Ourense, con 5.838; Ferrol, 2.947; Lugo, 2.781; y Pontevedra, 2.772.


Esto quiere decir que en la ciudad queda poco espacio libre y con opciones para edificar. En cuanto a la titularidad del suelo urbano, el 19% es propiedad de la Administración; el 27% de personas jurídicas; y el 54%, de personas físicas. En Vigo, por el contrario, la titularidad del suelo urbano no edificado se corresponde a que en un 16% es propiedad de la Administración, el 22% de personas jurídicas y el 62% de personas físicas.


La patronal inmobiliaria considera que la intervención urbanística en Galicia “configura una oferta de suelo rígida que, a su vez, contribuye a generar una oferta de vivienda rígida en comparación con la de otros países. Esta rigidez favorece un mayor crecimiento de los precios, exacerba el ciclo inmobiliario de la economía gallega y contribuye a aumentar la inestabilidad macroeconómica en el conjunto del Estado al ser un problema de país”.


Por ello, insta a ampliar, como mínimo, un 25% el suelo urbanizable en las siete principales ciudades gallegas. El objetivo es aliviar la tensión, aumentar la oferta y abaratar el precio de la vivienda. 

A Coruña tiene cuatro veces menos parcelas urbanas sin edificar que Vigo

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