Los últimos días la ciudad ha vivido algunos incidentes entre los vecinos y los delincuentes que apenas tienen precedentes. Aunque no es la primera ve que los residentes protestan contra la inseguridad que perciben en sus calles los acto son cada vez más violentos. A pesar de los llamamientos a la calma por parte de las autoridades, los coruñeses parecen cada vez más molestos por los pequeños delitos que soportan, y que achacan al aumento de fenómenos como la droga y la okupación.
El incidente más importante se registró la semana pasada en Monte Alto, donde se vivió lo que puede suponer un punto de inflexión en las movilizaciones vecinales. Lo que comenzó siendo una cacerolada pacífica pronto se transformó en una concentración frente a un narcopiso de la calle Washington en la que varios vecinos se tomaron la justicia por su mano y tiraron abajo la puerta del inmueble.
Este martes, en Os Mallos, varios residentes del barrio también actuaron para parar a unos individuos ya conocidos en la zona por robar en establecimientos. “Los corrieron”, señala José Roble. El portavoz de la plataforma vecinal de Os Mallos fue testigo presencial de los hechos y asegura que no llegó a estallar una verdadera pelea. Simplemente, los vecinos tenían noticia de que esos sujetos, supuestos delincuentes, habían abordado a alguien en la vecina calle de San Vicente y robaron unos quesos en un supermercado.
Molestos por los problemas que esas personas traían al barrio, se enfrentaron con ellas. Uno echó a correr, siempre según Roble, y acabó golpeándose la cabeza y abriéndose una brecha, herida de la que fue atendido in situ por una ambulancia del 061. Aunque la Policía hizo acto de presencia, no se produjo ninguna detención, pero parte del suceso fue grabado y compartido en las redes sociales.
Os Mallos fue pionero en manifestarse en contra de la seguridad en A Coruña, en 2021. Los vecinos no fueron convocados por la asociación del barrio, sino por una plataforma. Ahora, en Monte Alto, tal y como adelantó este diario hace unos días, varios residentes mostraron su interés por crear una asociación de vecinos que se llama Asociación Buena 15002 para mostrar una “visión realista” de lo que ocurre en sus calles. Esta idea nació como respuesta a las palabras de Xosé Vázquez, presidente de la entidad vecinal As Atochas-Monte Alto, mediante las que rechazaba el problema “magnificado” y la imagen “terrible” que se está dando en la zona.
No sería la primera vez que se forma una patrulla vecinal en A Coruña. El verano pasado, un puñado de residentes en el Barrio de las Flores se juntaron para vigilar a los okupas del Club Financiero, a los que acusaban de toda clase de robos en la zona, así como actos vandálicos en los coches estacionados. La Asociación Vecinal en Defensa do Barrio das Flores ya fue noticia en 2021, cuando dio un paso al frente y ejerció un papel clave en el desalojo de 18 okupas de un inmueble, después de semanas de tensiones.
Esta forma de actuar contrasta con la de las asociaciones vecinales, que se mantienen en contacto con la Policía Nacional, la Subdelegación del Gobierno o el Ayuntamiento. Desde Monte Alto, Vázquez volvió a manifestarse ayer sobre esta cuestión: “Temos un pouco de dificultade. Hai xente que quere que sexamos policías e xuices e intervir en plan bruto. Hai quen conseguiu pervertir o pensamento normal, que é que se me pasa algo, denuncio á Policía”, dice.